Hacer oposici¨®n

En su peque?o libro sobre los efectos de la pandemia ¡ª?Ya es ma?ana?¡ª, Ivan Krastev apunta una idea que me parece relevante traer a nuestro escenario pol¨ªtico; a saber, que ahora los ciudadanos comparan las medidas de sus Gobiernos para combatir la covid-19, no con lo que dice la oposici¨®n interna, sino con lo que han venido haciendo otros pa¨ªses. La paradoja de esta crisis es, pues, ¡°que ha fortalecido a los Gobiernos al darles poderes extraordinarios, al tiempo que ha empoderado tambi¨¦n a los ciudadanos al permitirles juzgar si su Gobierno hace las cosas mejor o peor que los dem¨¢s¡±. Si esta intuici¨®n es cierta resultar¨ªa entonces que la mayor oposici¨®n a S¨¢nchez no ser¨ªan Casado o Abascal, lo ser¨ªan Alemania o Dinamarca. Nuestros l¨ªderes de la derecha podr¨¢n desga?itarse, pero el que pa¨ªses m¨¢s pr¨®ximos a lo que realmente somos, como Italia o Francia, no han divergido en exceso de nuestro particular combate de la crisis hace que las cr¨ªticas pierdan mordiente.

Otra comparaci¨®n que ya empieza a abrirse paso es la que se establece entre democracias de consenso y democracias de conflicto, marcadas por la contenciosidad y la divisi¨®n entre las fuerzas pol¨ªticas. Pa¨ªses que gozan del primer modelo se han mostrado m¨¢s eficaces no solo para combatir la epidemia, sino tambi¨¦n para preparar la deshibernaci¨®n de la econom¨ªa y afrontar los retos inmediatos. Si la tesis de Krastev y esta ¨²ltima tienen verosimilitud, el Gobierno podr¨ªa encontrarse relativamente inmune a muchas de las cr¨ªticas que ha venido practicando su oposici¨®n. Hay muchas cosas criticables en la gesti¨®n de la pandemia, pero hacerlo con tanta sa?a desde el momento inicial en el que mostraba su cara m¨¢s despiadada no creo que le haya proporcionado a aquella beneficios netos. Sobre todo teniendo en cuenta que, seg¨²n datos de Metroscopia, un 46 % de los votantes del PP reconoc¨ªan que si este partido se hubiera encontrado en el Gobierno no hubiera hecho una gesti¨®n mejor de la crisis. Prueba de ello es que el PSOE mantiene ¨ªntegro su apoyo electoral de noviembre, si es que no lo supera.

Otro error t¨¢ctico de nuestra oposici¨®n ha sido adoptar en Europa la ¡°actitud holandesa¡±, establecer criterios de condicionalidad en las ayudas para evitar que ¡°las propuestas de Podemos¡± puedan verse satisfechas. Sabiendo hasta qu¨¦ punto dependemos de dichos apoyos, el dar argumentos al ¡°enemigo¡± puede verse incluso como una traici¨®n a la patria que tanto dicen amar. Con todo, el mayor golpe a la oposici¨®n se lo han dado quienes se supone que son sus m¨¢ximos aliados, la clase empresarial. La cumbre de la patronal en la que se buscan establecer medidas de cooperaci¨®n con el Gobierno para sostener las empresas y defender el empleo simboliza el descoloque en el que se encuentra nuestra derecha. Las empresas se remangan para remar con los poderes p¨²blicos en una misma direcci¨®n mientras la oposici¨®n parlamentaria sigue entr¨¢ndole al trapo a los m¨¢s d¨ªscolos de la coalici¨®n de Gobierno.

Ahora que vienen los Presupuestos la oposici¨®n tiene otra oportunidad. Si la desaprovecha con enfrentamientos inanes y el Gobierno consigue aprobarlos le queda una muy dura traves¨ªa del desierto.