Movilidad activa

Como vuelve el tr¨¢fico, vuelve la contaminaci¨®n. El levantamiento de las restricciones de la movilidad est¨¢ devolviendo a las ciudades los niveles de ruido y poluci¨®n que ten¨ªan antes del confinamiento y eso es algo que en la medida de lo posible se deber¨ªa evitar. En las grandes ciudades ya se ha recuperado el 80% del tr¨¢fico y la resistencia de los ciudadanos a utilizar el transporte p¨²blico por miedo al contagio puede comportar un incremento en el uso del coche privado. Resulta imprescindible mejorar la cantidad y frecuencia del transporte p¨²blico. Pero hay que ir m¨¢s all¨¢. La experiencia de estos meses brinda la oportunidad de repensar la movilidad de las ciudades de manera que en la nueva normalidad se reduzcan las emisiones y la contaminaci¨®n del aire deje de ser una amenaza para la salud.

Durante el confinamiento muchas ciudades han aplicado medidas de emergencia destinadas a facilitar la distancia de seguridad y evitar aglomeraciones. Se ha extendido la red de carril bici y se han ampliado las aceras y las zonas peatonales. Los ni?os han vuelto a jugar en calles y plazas y muchos ciudadanos han podido recuperar el espacio que el coche les hab¨ªa arrebatado. El objetivo deber¨ªa ser ahora convertir en permanentes la mayor parte posible de esas medidas. Los consistorios tienen legitimidad para actuar en beneficio de la mayor¨ªa y cuentan adem¨¢s con la opini¨®n favorable de los ciudadanos. Seg¨²n una encuesta realizada en 21 urbes europeas, el 64% de sus habitantes no quiere volver a los niveles de contaminaci¨®n previos a la pandemia, un porcentaje que en Espa?a se eleva hasta el 74%.

Es, pues, el momento de dar un salto cualitativo en la lucha contra la contaminaci¨®n. El cambio del modelo de movilidad era una tendencia en Europa antes de la pandemia, pero el confinamiento ha demostrado que es posible actuar de forma m¨¢s dr¨¢stica y ambiciosa. Las medidas que han servido para evitar muertes por la covid-19 han de ser ¨²tiles para reducir la contaminaci¨®n del tr¨¢fico, que en las grandes ciudades es una de las principales causas de muerte prematura evitable. Es la hora de promover la movilidad activa, de modo que los desplazamientos que se puedan hacer en bicicleta o andando se hagan as¨ª. Afortunadamente nuestro modelo de ciudad compacta, con un tejido comercial y de servicios variado y extenso, permite abordar buena parte de las tareas de los ciudadanos en un radio relativamente peque?o. Las pol¨ªticas p¨²blicas deben incentivar el comercio de proximidad y una forma de organizar los servicios en la que el barrio pueda ser una unidad de convivencia capaz de satisfacer la mayor parte de las necesidades de sus habitantes.