Buen se?or si tuviera buen vasallo
El objetivo es salvar al presidente. Si un cargo lo compromete, se marcha. Si act¨²a de parapeto, o si cesarlo podr¨ªa indicar debilidad, se mantiene
La fortaleza del Gobierno es su debilidad. En sus primeros tiempos presum¨ªa de exigencia ¨¦tica. M¨¤xim Huerta hab¨ªa tenido un problema con Hacienda. Lo hab¨ªa solucionado, pero fue motivo para descartarlo como ministro de Cultura. Algo similar ocurri¨® con Carmen Mont¨®n, acusada de copiar en un trabajo de m¨¢ster.
Ahora parece dif¨ªcil imaginar qu¨¦ har¨ªa dimitir a alguien del Gobierno S¨¢nchez (no digamos de su socio menor: un l¨ªder del Ejecutivo feminista conserv¨® y destruy¨® una tarjeta robada que conten¨ªa im¨¢genes ¨ªntimas de una subordinada). En Arag¨®n, donde gobierna el PSOE, dimiti¨® una consejera por unos comentarios sobre las condiciones laborales de los sanitarios. En Madrid, una responsable de salud dimiti¨® por desacuerdos con la pol¨ªtica de Isabel D¨ªaz Ayuso.
No se debe a que se hayan relajado los est¨¢ndares: era marketing. Y ser¨ªa un error lamentar una falta de coherencia. La coherencia es total: el objetivo es salvar al presidente. Si un cargo lo compromete, se marcha. Si act¨²a de parapeto, o si cesarlo podr¨ªa indicar debilidad, se mantiene.
Hemos vivido una tragedia, una situaci¨®n dificil¨ªsima para cualquier Administraci¨®n, y parte del Ejecutivo no reconoce errores. El presidente de un Gobierno incapaz de dar cifras fiables se pone a s¨ª mismo notable: ?por qu¨¦ tanta modestia? La cr¨ªtica se convierte en una descortes¨ªa o una deslealtad.
Elisa de la Nuez ha se?alado una din¨¢mica perversa. Como nadie asume responsabilidades pol¨ªticas, se recurre a la v¨ªa judicial. No es el cauce adecuado; adem¨¢s, que los casos no prosperen se entiende como la extinci¨®n de las responsabilidades pol¨ªticas.
En un ecosistema polarizado, para camuflar fallos de gesti¨®n se ensalza a los responsables con argumentos de dudosa relevancia. A veces una operaci¨®n ir¨®nica los convierte en iconos. Son l¨ªneas de contenci¨®n: el ¨¦nfasis en su calidad humana contrasta con que los usen como instrumentos para proteger al jefe.
Se justifican mentiras o atrasos diciendo que los ciudadanos no habr¨ªamos podido entender la situaci¨®n: qu¨¦ buen se?or ser¨ªa si tuviera buenos vasallos. Lo llamativo no es que haya defensores de este argumento (que no tolerar¨ªan si viniera de otro partido), sino hasta qu¨¦ punto revelan una visi¨®n a corto plazo y dominada por la propaganda. La crisis econ¨®mica y los rebrotes requieren algo m¨¢s. @gascondaniel
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