La ¡°ERCizaci¨®n¡± de Casado
?C¨®mo se explica esta irresponsabilidad en partidos que aspiran a gobernar?
El PP de Casado se est¨¢ comportando como la ERC de Junqueras. El republicanismo catal¨¢n fue quien aup¨® al poder al actual Gobierno de coalici¨®n de Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias. Este apoyo del independentismo moderado que representa ERC se explica por su apuesta estrat¨¦gica de largo plazo por la legalidad reformista, frente al empe?o de Torra y Puigdemont en apostarlo todo a la carta de la confrontaci¨®n unilateral. Pero desde entonces, ERC se ha mostrado muy renuente a seguir apoyando al Gobierno, a pesar de que La Moncloa ha cumplido su compromiso de sacar adelante la mesa de di¨¢logo sobre el futuro de Catalu?a. Y hasta tal punto se muestra renuente, que S¨¢nchez ha tenido que pactar con Ciudadanos todo aquello que los de Junqueras se negaban a acordar. El resultado es que ERC se ha convertido en el paradigma de un socio en el que no se puede confiar.
Pues bien, el PP de Casado se est¨¢ comportando igual. Tras el primer impacto de la pandemia, se comprometi¨® a apoyar unitariamente al Gobierno en su lucha contra el virus como prioritaria pol¨ªtica de Estado. Pero luego en la pr¨¢ctica se resisti¨® a prorrogarle los decretos del estado de alarma, rivalizando con Vox en su destructiva pol¨ªtica de confrontaci¨®n antigubernamental a cualquier precio. Y ahora acabamos de verlo de nuevo, pues habi¨¦ndose comprometido a apoyar desde el Congreso los cuatro acuerdos (sanitario, econ¨®mico, social y europeo) de la comisi¨®n de reconstrucci¨®n, sin embargo al final se ha descolgado en las cuatro votaciones, demostrando que, al igual que ERC, es un socio inestable en el que no se puede confiar.
?C¨®mo se explica esta irresponsabilidad en partidos que aspiran a gobernar? En ambos casos, la raz¨®n parece ser la misma, pues es el temor a ser tachado de traidor o cobarde por sus rivales radicales (Junts en el caso de ERC, Vox en el del PP) lo que les lleva a romper sus compromisos dejando a sus socios en la estacada. Junqueras es tan timorato que en cuanto los secuaces de Puigdemont le tachan de botifler corre asustado a romper con Madrit. Y Casado lo mismo, pues en cuanto Vox le acusa de derechita cobarde corre a enfundarse el disfraz de superh¨¦roe o sastrecillo valiente para lanzarle a S¨¢nchez un rosario de insultos interminable. Pero al comportarse con tanta volubilidad ?qui¨¦n podr¨ªa confiar en ellos como l¨ªderes responsables capaces de cumplir sus compromisos de gobierno?
En ambos casos se trata de un caso de debilidad de car¨¢cter que les lleva a renunciar a sus compromisos por temor al qu¨¦ dir¨¢n. Es una variante pol¨ªtica del complejo de inferioridad que la psicoterapia denomina s¨ªndrome borderline (o personalidad fronteriza): el temor a ser rechazado por los tuyos. Algo que resulta explicable en ideolog¨ªas nacionalistas que trazan una barrera infranqueable entre nosotros y ellos. Lo cual coloca tanto a Casado como a Junqueras en el dilema de demostrar que est¨¢n con Vox y con Puigdemont o Torra, en vez de estar con los ciudadanos que les votan. Un s¨ªndrome en el que nunca han ca¨ªdo ni Rajoy, ni Feij¨®o ni Urkullu.
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