El coronavirus abre el t¨²nel del tiempo
El principal factor gen¨¦tico de riesgo para la covid-19 lo hemos heredado de los neandertales
Hace 15 a?os, un brillante genetista de la universidad de Chicago llamado Bruce Lahn estaba estudiando la evoluci¨®n del gen microcephalin, cuyas mutaciones devuelven el cerebro humano al tama?o de un australopiteco. ?Por qu¨¦ esas mutaciones tan perniciosas segu¨ªan en circulaci¨®n por las poblaciones humanas? La selecci¨®n natural deber¨ªa eliminarlas de nuestro genoma por el sencillo prospecto de matar a sus portadores o impedirles reproducirse. Pero el caso es que la mutaci¨®n de microcephalin segu¨ªa y sigue causando microcefalia, esa enfermedad gen¨¦tica desmoralizante y da?ina. Esa paradoja fue la que estimul¨® al investigador chino-americano a encontrar sus or¨ªgenes. Lo que descubri¨® fue incre¨ªble, literalmente. Es cierto que la inactivaci¨®n total de microcephalin causa un desastre casi at¨¢vico, un regreso a nuestro pasado simiesco, pero sus variaciones m¨¢s sutiles se propagaron en coincidencia con la encefalizaci¨®n (crecimiento de la cabeza) de los hom¨ªnidos, y la ¨²ltima se extendi¨® por Eurasia en la ¨¦poca de la revoluci¨®n cultural del Paleol¨ªtico Superior, hace 40.000 a?os.
Y todav¨ªa falta lo m¨¢s asombroso de todo: la regi¨®n del genoma humano actual donde residen esas variantes de microcephalin es claramente arcaica y, por su distribuci¨®n geogr¨¢fica, la ¨²nica interpretaci¨®n posible era un cruce entre nuestros ancestros sapiens reci¨¦n salidos de ?frica y los neandertales que llevaban en Europa cientos de miles de a?os. La mera idea era una herej¨ªa en la ¨¦poca y, seg¨²n me dijo Lahn, el paper (art¨ªculo cient¨ªfico) fue rechazado por Science porque los asesores del ¨¢rea paleontol¨®gica que lo revisaron consideraron ¡°imposible¡± un cruce entre neandertales y humanos modernos. Qu¨¦ malas son las religiones. Solo unos a?os despu¨¦s, la secuenciaci¨®n del genoma neandertal por Svante P??bo y sus colegas de Leipzig confirmaron esos cruces entre especies. La verdad es tozuda.
Resulta ahora que el principal factor gen¨¦tico de riesgo para enfermar gravemente de covid-19 lo hemos heredado de los neandertales, seg¨²n una investigaci¨®n del propio Svante P??bo colgada en bioRxiv, un repositorio de manuscritos a¨²n no revisados por pares. El trozo de genoma neandertal en cuesti¨®n mide solo unas 50.000 letras de ADN (gatacca¡), un 0.002% del genoma humano, pero ya saben que el diablo mora en los detalles.
Es verdaderamente curioso que una noche de sexo entre especies ocurrida hace 60 milenios tenga hoy un efecto tan marcado en la respuesta al coronavirus. Y sin embargo es as¨ª. Es la evoluci¨®n, amigo. El trozo de ADN neandertal que agrava la covid-19 es particularmente frecuente en Bangladesh, donde nada menos que un 63% de la poblaci¨®n lo lleva en su genoma. En el conjunto del sur de Asia, la cifra cae al 30%, y en Europa al 8%. En ?frica est¨¢ ausente, como es l¨®gico, pues los neandertales no vivieron all¨ª. ?A qu¨¦ se deben esas diferencias regionales a lo largo de Eurasia? Los cient¨ªficos consideran dos hip¨®tesis preferentes. Primera, que la variante neandertal fuera muy com¨²n en la prehistoria eurasi¨¢tica, pero lo bastante perjudicial para que se haya ido perdiendo cuanto m¨¢s hacia el oeste. Segunda, que siempre fuera rara pero haya aportado alguna ventaja a los surasi¨¢ticos. Reflexione el lector en la playa. Con mascarilla, a ser posible.
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