Refundaci¨®n
El plan para salvar la econom¨ªa de la Uni¨®n supone un vuelco hist¨®rico
El Consejo Europeo ha aprobado al fin el m¨¢s trascendental paquete econ¨®mico y presupuestario de la historia comunitaria, destinado a hacer frente a la recesi¨®n generalizada consiguiente a la grave paralizaci¨®n de la actividad provocada por la pandemia del coronavirus. Lo ha hecho de madrugada, y en el modo dram¨¢tico tradicional de las grandes ocasiones: mediante una larga cumbre varias veces prorrogada, con interrupciones, bloqueos y momentos de desconcierto y desaliento. Pero en todo caso, en tiempo ¨²til para preparar los planes nacionales concretos en que debe desplegarse esta suerte de plan Marshall, de forma que los desembolsos lleguen a tiempo para compensar los inmensos perjuicios de la recesi¨®n y que alcancen su ritmo pleno en 2021.
Junto al plan de recuperaci¨®n, los l¨ªderes de los 27 han dado luz verde a un razonable ¡ªaunque mejorable¡ª marco financiero plurianual, o presupuesto septenal 2021-2027, con lo que se despeja un apretado haz de inc¨®gnitas que pend¨ªan sobre el futuro de la econom¨ªa europea. Los mercados saben ya que se ha creado mucha m¨¢s Europa, que el sesgo de la pol¨ªtica econ¨®mica inmediata ser¨¢ expansivo, aunque posteriormente eso se modere, y que se han interiorizado las lecciones de la Gran Recesi¨®n.
La cumbre ha estado cruzada por la pol¨¦mica, la tensi¨®n y en ocasiones, el enfrentamiento. Pero al cabo ha prevalecido la sensatez del conjunto y la poderosa alianza entre las instituciones (Comisi¨®n, presidencia del Consejo Europeo, y desde la influencia discreta, el Parlamento Europeo y el BCE), la locomotora francoalemana y la mayor¨ªa de Estados miembros, pr¨®speros o vulnerables, que apoyaron desde el principio el proyecto. Con otros, este peri¨®dico ha sostenido, y reitera, que este constituye sin lugar a dudas uno de los grandes momentos de la Europa comunitaria. Equiparable, porque viene a refundarla, con otras encrucijadas clave como su propia creaci¨®n en 1957 y con el lanzamiento de la moneda ¨²nica en 1998/2000.
Los grandes trazos del acuerdo alcanzado respetan sustancialmente, con modulaciones menores en aras del consenso, los principales cimientos del proyecto que present¨® la Comisi¨®n en mayo. El extraordinario tama?o del paquete, de 750.000 millones de euros; su desglose en una mayor¨ªa de subsidios respecto de la parte dispensada en cr¨¦ditos (aunque las cuotas se han retocado); y su financiaci¨®n mediante una in¨¦dita apelaci¨®n al mercado de capitales plasmada en eurobonos mancomunados y garantizados por el presupuesto, seguramente la innovaci¨®n m¨¢s determinante, que ha vencido resistencias muy arraigadas de los nacionalistas m¨¢s ortodoxos. Y aunque se ha evaporado la pretensi¨®n de una ¡°condicionalidad estricta¡± de tipo fiscal ¡ªlos recortes sociales de la austeridad¡ª se ha aumentado el control sobre las reformas que los Gobiernos deber¨¢n realizar, a pesar de que ello se arbitre mediante un sistema de ¡°freno de emergencia¡± que excluye el recurso al veto.
El resultado es pues muy positivo tanto para la Uni¨®n en su conjunto como especialmente para los pa¨ªses m¨¢s afectados por la crisis que, como Espa?a, recibir¨¢n el grueso del apoyo com¨²n (al que tambi¨¦n contribuir¨¢n y en ocasiones, de forma m¨¢s determinante que los halcones). En este sentido constituye un logro que beneficiar¨¢ a todos los ciudadanos europeos, y por el cual pueden sentirse igualmente satisfechos, sin distinci¨®n de pa¨ªses.
Otra cosa es que la actitud de algunos Gobiernos, que se opusieron tajante y empecinadamente a casi todos los elementos del paquete ¡ªa excepci¨®n del endeudamiento com¨²n, al que enseguida cedieron para evitar aumentar su contribuci¨®n nacional¡ª, deba dejarse sin reproche. Baste en la hora de la celebraci¨®n recordar que su inclinaci¨®n a sustituir al obstruccionismo brit¨¢nico se ha desplomado; que el desaf¨ªo a las instituciones y a la tracci¨®n de la locomotora francoalemana ha capotado. Y que su rev¨¦s en esos empe?os es tambi¨¦n cuantificable: han pasado de enrocarse en el cero a asumir algo bastante cercano al infinito.
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