Trump, contra el d¨®lar
La erosi¨®n que sufren las instituciones de Estados Unidos puede afectar a la moneda de referencia
Cuanto m¨¢s se acercan las elecciones presidenciales del 3 de noviembre m¨¢s aumenta una incertidumbre pol¨ªtica que se suma a la gran inc¨®gnita que se cierne sobre la econom¨ªa mundial. Contribuyen a ella la desastrosa gesti¨®n de la pandemia de la Casa Blanca y las severas consecuencias que est¨¢ acarreando en destrucci¨®n de empleo y empobrecimiento de la poblaci¨®n. Pero no hay factor tan desestabilizador para todos, no tan solo para los ciudadanos estadounidenses, como el comportamiento irresponsable y autoritario de su presidente, capaz de especular con la fecha de celebraci¨®n de los comicios, aun sin amparo legal alguno, despu¨¦s de negarse a avanzar una promesa de aceptaci¨®n de los resultados si le son desfavorables.
Trump sabe ya ahora que tiene muy dif¨ªcil una segunda victoria electoral y est¨¢ dispuesto a cualquier cosa antes que acomodarse a la derrota. Su objetivo presente es revertir los efectos de la pandemia, que tanto le ha perjudicado por su fr¨ªvola pasividad y su negacionismo irresponsable, para convertirla en excusa con vistas a restringir el derecho de voto. El foco de su atenci¨®n es rechazar o limitar al m¨¢ximo la eventualidad del voto por correo, el ¨²nico sistema que puede evitar una abstenci¨®n masiva y letal para los dem¨®cratas en el caso bastante probable de que en muchos Estados sigan entonces los contagios colectivos. Es inquietante el horizonte de unas elecciones embarradas en recuentos prolongados y en recursos a los tribunales, hasta el punto de impedir una victoria clara y el relevo presidencial en la fecha prevista.
La erosi¨®n a la que est¨¢n sometidas las instituciones de la gran democracia americana est¨¢ llegando mucho m¨¢s lejos de lo que cualquiera hubiera podido imaginar cuando Trump consigui¨® la victoria. Ahora tambi¨¦n el d¨®lar est¨¢ sufriendo los efectos del vendaval trumpista, hasta el punto de que empiezan a surgir temores respecto a su capacidad para seguir como moneda de referencia y refugio ante las crisis mundiales. A estas alturas ya parece seguro que estos temores se acrecentar¨¢n si Trump permanece cuatro a?os m¨¢s en la Casa Blanca.
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