Mon¨¢rquicos y cat¨®licos
Para unos, el rey Juan Carlos y la Constituci¨®n del 78 forman un conjunto inseparable de realidades. Fusionando persona e instituci¨®n, allanan el camino a los republicanos
No s¨¦ si el esc¨¢ndalo alrededor de la marcha del rey em¨¦rito a Emiratos ?rabes muestra que Espa?a es mon¨¢rquica, pero s¨ª prueba que es cat¨®lica. M¨¢s incluso que el Vaticano, que, con el papa Francisco, adopta toques protestantes.
Nosotros somos irreformables. Nos mantenemos fieles a la versi¨®n m¨¢s intransigente de la cultura cat¨®lica: no juzgar actos, sino personas. Sometemos a los personajes p¨²blicos (tambi¨¦n a familiares y conocidos, pero eso lo dejo a la conciencia del lector) a un juicio final, cual si fu¨¦ramos san Pedro a las puertas del cielo. En un foro laico de discusi¨®n, analizar¨ªamos de forma aislada cada acto de Juan Carlos y desligar¨ªamos al ocupante de un cargo del destino del mismo. Pero, en Espa?a, tanto mon¨¢rquicos como republicanos consideran que persona e instituci¨®n son inseparables.
Los antimon¨¢rquicos hace tiempo que emitieron un veredicto de condena a Juan Carlos. Si se hubiera descubierto que el rey em¨¦rito hab¨ªa donado 65 millones de euros para comprar m¨¢quinas contra el c¨¢ncer e iba a dedicar el resto de sus d¨ªas a navegar por el Mediterr¨¢neo rescatando a inmigrantes a la deriva, no habr¨ªa cambiado un ¨¢pice la sentencia. Porque, en la columna del debe, se le acumulan los pecados: heredero de Franco, responsable de una Transici¨®n que dej¨® impunes los cr¨ªmenes de la dictadura, etc¨¦tera. Nada que hiciera el rey em¨¦rito, o Felipe VI, merecer¨ªa halago. Los mon¨¢rquicos llegan a la conclusi¨®n opuesta. Nada empa?a el glorioso reinado de Juan Carlos I. Pero siguen la misma l¨®gica: una evaluaci¨®n global del personaje. En lugar de criticar m¨¢s severamente que los republicanos las sospechosas transacciones monetarias del rey em¨¦rito, precisamente porque est¨¢n interesados en el buen funcionamiento de la monarqu¨ªa parlamentaria, giran la atenci¨®n a sus buenas obras.
As¨ª, proliferan paneg¨ªricos y manifiestos, como el de los 75 exministros y altos cargos del PP y del PSOE, se?alando que Juan Carlos rein¨® en la etapa hist¨®rica m¨¢s fruct¨ªfera de la Espa?a contempor¨¢nea. Para ellos, ¡°el rey Juan Carlos y la Constituci¨®n de 1978 forman un conjunto inseparable de realidades¡±. Fusionando persona e instituci¨®n, allanan el camino a los republicanos.
El conflicto monarqu¨ªa-rep¨²blica est¨¢ servido. Pero, independientemente de qu¨¦ forma de Estado se imponga en el pr¨®ximo periodo de nuestra historia, el fondo ser¨¢, como siempre, cat¨®lico. @VictorLapuente
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