Maduro se mueve

El indulto presidencial otorgado por Nicol¨¢s Maduro a m¨¢s de 100 presos pol¨ªticos y perseguidos vuelve a poner en evidencia la vulnerabilidad en la que se encuentran centenares de cr¨ªticos con el chavismo encarcelados o con procesos abiertos. El gesto supone un paso significativo para avanzar hacia un espacio democr¨¢tico y abre una necesaria reflexi¨®n en la oposici¨®n, que debe aprovechar la iniciativa para lograr el mayor consenso posible con el fin de conseguir unas elecciones con garant¨ªas plenas y transparentes.

Detr¨¢s de la medida de gracia se encuentra una negociaci¨®n con varios dirigentes opositores, siendo el m¨¢s destacado el excandidato presidencial Henrique Capriles, con vistas a los comicios legislativos previstos para finales de a?o. Todas las se?ales hasta hoy apuntan a que esas elecciones no cuentan a¨²n con garant¨ªas democr¨¢ticas plenas, como ha alertado la mayor parte de la comunidad internacional, incluida la Uni¨®n Europea. El precedente de las elecciones presidenciales de mayo de 2018, a las que solo acudi¨® una peque?a parte de la oposici¨®n y que fueron rechazadas por los principales pa¨ªses y organismos internacionales por fraudulentas, as¨ª como la continua persecuci¨®n a la que han sido sometidos los sectores antichavistas desde su contundente triunfo en 2015 marcan extremos que los cr¨ªticos no pueden tolerar y a los que el Gobierno venezolano debe renunciar.

La necesidad de Maduro de recobrar legitimidad internacional ante la cr¨ªtica situaci¨®n que vive la poblaci¨®n venezolana, agravada por la pandemia, coloca a la oposici¨®n ante la obligaci¨®n de buscar el mayor consenso posible. Juan Guaid¨®, reconocido a¨²n como presidente interino por decenas de pa¨ªses, incluido Espa?a, ha manifestado su rechazo a participar en las elecciones, mientras que Capriles apuesta por una actitud m¨¢s pragm¨¢tica. Pretende as¨ª alejar a la oposici¨®n de la virtualidad en la que est¨¢ enquistado el Gobierno interino que proclam¨® Guaid¨®, que no solo no ha conseguido su principal objetivo, sacar a Maduro del poder, sino que se ha visto envuelto en maniobras inaceptables, como la rocambolesca operaci¨®n paramilitar del pasado mayo.

As¨ª como el statu quo de la oposici¨®n no podr¨¢ sobrevivir en el tiempo, adentrarse en unas elecciones sin garant¨ªas plenas podr¨ªa terminar en un suicidio involuntario de los cr¨ªticos con el chavismo. La pandemia ha abierto un espacio para que, a trav¨¦s de organismos internacionales, todos los sectores entablaran contactos que han permitido la entrega de ayuda humanitaria. Es un camino que debe servir para lograr acuerdos mayores. Las medidas de gracia de los ¨²ltimos d¨ªas, y las que se presupone vendr¨¢n, apuntan a un nuevo escenario que debe ser aprovechado por todos los actores con altura, sin primar los intereses particulares. Una salida pol¨ªtica negociada a la crisis mediante elecciones democr¨¢ticas es el ¨²nico camino posible. Este, no obstante, debe incluir inexorablemente la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos, la garant¨ªa de que todos los partidos y dirigentes puedan concurrir y el compromiso de que los derechos humanos de los venezolanos no volver¨¢n a ser vulnerados. De no lograrlo, la oposici¨®n se sumir¨¢ en una nueva traves¨ªa en el desierto y Maduro echar¨¢ al traste la en¨¦sima oportunidad de recobrar credibilidad, pero ser¨¢ la poblaci¨®n, quien sufre una crisis insostenible desde hace demasiado tiempo, quien m¨¢s padezca las consecuencias.