La vacuna de Trump
Si al presidente de EE UU le importase el bienestar no ya de sus conciudadanos, sino tan solo de sus votantes potenciales, no estar¨ªa permitiendo que la vacuna se desarrollase bajo incertidumbre partidista
Trump quiere una vacuna contra el virus para poder ganar las elecciones presidenciales de noviembre. Disfraza sus intenciones sugiriendo (sin pruebas) lo contrario con ligereza conspiranoica: que ¡°alguien¡± quiere bloquear los avances cient¨ªficos para que no gane. En realidad, su subalterno inmediato en la materia (Stephen Hahn, jefe de la agencia encargada de una eventual aprobaci¨®n) se ha alineado con el mensaje de su jefe y ya habla de uso temprano. Adem¨¢s, EE UU se niega a entrar en Covax, la alianza internacional auspiciada por la OMS para un desarrollo conjunto: solo acuerdos bilaterales, con todo el control para la actual Administraci¨®n.
?Defiende Trump ¡°a los suyos¡±, excusa preferida de la ¨¦lite conservadora que a¨²n apoya al presidente? Solo como medio para mantener el poder, no como fin. Si realmente le importase el bienestar no ya de sus conciudadanos, sino tan solo de sus votantes potenciales, no estar¨ªa permitiendo que la vacuna se desarrollase bajo incertidumbre partidista: al hacerlo, se expone a que las prisas y la marca ideol¨®gica le resten alcance y credibilidad, dinamitando la propia l¨®gica bajo la que deber¨ªa funcionar una vacuna (cuanta m¨¢s gente se la ponga y m¨¢s segura y eficaz sea, m¨¢s probable ser¨¢ que termine con la epidemia).
Pero a¨²n quedan ¨¦lites dispuestas a excusarlo. En la convenci¨®n republicana que la semana pasada le encumbr¨® como candidato indiscutible, Charlie Kirk, joven valor al alza del partido, etiquet¨® a Trump como ¡°guardaespaldas de la civilizaci¨®n occidental¡±. Pero si algo tienen en com¨²n las grandes corrientes de pensamiento que en su contraposici¨®n han definido la din¨¢mica moral de dicha civilizaci¨®n, si en un punto se encuentran liberales, progresistas y conservadores, es el respeto por la vida humana como fin, nunca como medio. Podr¨ªamos resumir dicho respeto por un compromiso con la reducci¨®n del sufrimiento agregado. Cualquier gramo de sufrimiento que se elimine de la humanidad ser¨¢ un logro. Las ideolog¨ªas y paraguas filos¨®ficos pueden diferir y difieren enormemente en c¨®mo lograr dicho objetivo. En esas divisiones se reparten los costes y beneficios de cada acci¨®n, se definen los grupos, los partidos. Pero tanto las palabras como las acciones de Trump en torno a la vacuna van mucho m¨¢s all¨¢: son inequ¨ªvocamente ego¨ªstas. Trump no es el guardaespaldas sino de s¨ª mismo y de su (aparentemente fr¨¢gil) ego. @JorgeGalindo
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