L¨ªneas rojas
El restablecimiento de ciertos l¨ªmites, basados precisamente en la cortes¨ªa de la comunicaci¨®n pol¨ªtica, permitir¨ªa la apertura de espacios comunes deliberativos donde llegar a acuerdos sobre cu¨¢l debe ser el futuro del pa¨ªs
Una de las caracter¨ªsticas de nuestra democracia es el af¨¢n de algunos partidos por vetar a otras fuerzas pol¨ªticas. Esta semana hemos visto una de las variedades de esta censura p¨²blica, lanzada para generar ese ruido que tanto parecemos desear todos. La utiliz¨® Casado para evitar pactar los Presupuestos y reactivar la necesaria renovaci¨®n de algunas instituciones constitucionales, con el escu¨¢lido argumento de que Podemos est¨¢ en el Gobierno. Es un l¨ªmite peligroso, pues pretende negar la legitimidad de esa fuerza pol¨ªtica y del Gobierno de coalici¨®n al que pertenece, como si los votos a cada partido no valieran lo mismo. Podr¨ªa ser comprensible en el caso de los Presupuestos, pues la perspectiva de uno y otro son casi antag¨®nicas, pero en lo que se refiere a la renovaci¨®n de cargos es, cuando menos, constitucionalmente desleal.
Hay algo de hip¨®crita en todo esto, pues ?qu¨¦ ocurrir¨ªa con los vetos a Vox? ?Acaso hay vetos y vetos? Sea como fuere, si el PP se enroca por la posici¨®n de Podemos hacia la monarqu¨ªa, reconocida constitucionalmente, ?por qu¨¦ pacta all¨¢ donde puede con el partido de Abascal, que niega el orden territorial establecido en la Carta Magna? Ignora a sabiendas de que ese mismo texto, tan sacralizado, carece de cl¨¢usulas de intangibilidad, que ambas cuestiones, monarqu¨ªa o Estado Auton¨®mico, pueden ser objeto de reforma y que la misma Constituci¨®n protege dentro de la libertad de expresi¨®n el pronunciarse en contra de cualquiera de sus disposiciones. Sabemos, en cualquier caso, que no es m¨¢s que un movimiento interesado del PP, que intenta no perder la correlaci¨®n de fuerzas que conserva en esos ¨®rganos constitucionales.
Aunque establecer l¨ªneas rojas quiz¨¢ pueda ser constructivo. Por ejemplo, poner l¨ªmites de cortes¨ªa a ciertas formas del discurso permite la creaci¨®n de un espacio com¨²n que favorezca la conversaci¨®n. Es gracias a esas limitaciones que se consigue crear lazos de confianza que permiten el pluralismo de proyectos pol¨ªticos, que depender¨ªan de la capacidad argumentativa de cada cual. Y es justo lo contrario de lo que ocurre cuando el uso de la palabra es dogm¨¢tico o voluntariosamente irreverente. El objetivo suele ser polarizar para impedir la dilucidaci¨®n dial¨®gica de cualesquiera que sean los problemas pol¨ªticos coyunturales.
Porque lo cierto es que la gravedad del momento que vivimos exige abandonar la transgresi¨®n de las formas pol¨ªticas, esa apropiaci¨®n de la irreverencia que emplean los partidos para llamar la atenci¨®n o generar una identidad m¨¢s atractiva. El restablecimiento de esas l¨ªneas rojas, basadas precisamente en la cortes¨ªa de la comunicaci¨®n pol¨ªtica, permitir¨ªa la apertura de espacios comunes deliberativos donde llegar a acuerdos sobre cu¨¢l debe ser el futuro del pa¨ªs. Este es el momento, que pasar¨¢. Porque la reconstrucci¨®n, para serlo de veras, ser¨¢ antidogm¨¢tica, o me temo que no ser¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.