La hormiga
Mientras la luz de septiembre sum¨ªa la tarde en una dorada melancol¨ªa, con una copa de vino en la mano buscaba in¨²tilmente en la memoria alg¨²n hecho que diera sentido a su vida
Sentado en un viejo sill¨®n de mimbre el intelectual extendi¨® las piernas y apoy¨® los talones de sus pies desnudos en la barandilla de una alta terraza frente al mar, que daba a un precipicio. Un poco m¨¢s all¨¢ se hallaba a su entera disposici¨®n el resto del universo. Mientras la luz de septiembre sum¨ªa la tarde en una dorada melancol¨ªa, el intelectual con una copa de vino en la mano buscaba in¨²tilmente en la memoria alg¨²n hecho que diera sentido a su vida y de pronto observ¨® que una hormiga, despu¨¦s de sortear un tobillo, estaba ascendiendo hacia lo alto de sus pies desnudos con singular ah¨ªnco. Pod¨ªa ser una de esas hormigas diminutas, solitarias, encargadas de explorar cualquier posibilidad de alimento lejos del hormiguero y que sin duda se hab¨ªa extraviado. Una vez coronado el empeine la hormiga se detuvo como dudando, pero finalmente sigui¨® camino con determinaci¨®n hasta llegar a la cima, que en este caso se trataba del dedo gordo del pie izquierdo de un preclaro intelectual. Aunque habr¨ªa bastado con un leve movimiento de tal¨®n para que la hormiga se precipitara en el vac¨ªo, el intelectual decidi¨® respetarla y concentr¨® todo su pensamiento en esa hormiga exploradora que se hab¨ªa constituido por un momento en una prolongaci¨®n de su ser y con la que compart¨ªa la misma confusi¨®n y el mismo precipicio. Igual que ella su vida depend¨ªa del azar de un ligero golpe de tal¨®n en cualquier barandilla. La hormiga se demor¨® en lo alto del dedo gordo del pie. ?Qu¨¦ ver¨ªa ella desde esa atalaya? Nada que le interesara puesto que enseguida inici¨® la bajada para seguir con su destino en busca de comida. El intelectual se dio cuenta de que todos los sue?os de su vida hab¨ªan terminado convertidos en una hormiga al borde de un precipicio, de modo que dej¨® a un lado sus pensamientos, mir¨® el mar a lo lejos y acerc¨® a sus labios la copa de vino.
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