Purgas y medioambiente
Se deber¨ªa instar a la busca y captura de los funcionarios, pol¨ªticos y mafias enemigas del bien com¨²n, coludidas con multinacionales que operan con est¨¢ndares prohibidos en el primer mundo
¡°Todas las cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo¡± (Andr¨¦ Gide). Am¨¦rica Latina alberga la cuarta parte de los bosques tropicales del planeta y el 50% de la biodiversidad global sin que sus gobiernos hayan atendido los insistentes llamamientos a alianza estrat¨¦gicas contra la deforestaci¨®n, la contaminaci¨®n y la sequ¨ªa, cooperadoras necesarias de la pobreza de 184 millones de personas y la miseria de otros 62 millones. El inventario de la depredaci¨®n ambiental es tan terrible como escuchado hasta la saciedad por Estados, empresas y organizaciones con capacidad para atajar las calamidades. Los aldabonazos para que las impidan se suceden a?o tras a?o y deben continuar aunque la percepci¨®n de los resultados sea descorazonadora.
El des¨¢nimo colectivo es l¨®gico cuando los incendios causados por el descontrol y la rapi?a econ¨®mica devastan m¨¢s de 8500 kil¨®metros cuadrados de la Amazon¨ªa brasile?a, la producci¨®n de un gramo de coca¨ªna se lleva por delante cuatro metros cuadrados de bosque en Colombia y la dieta de la ciudad m¨¢s contaminada de la regi¨®n, en Bolivia, consume part¨ªculas met¨¢licas a destajo. La tala pel¨® Hait¨ª, la contaminaci¨®n de cuencas y suelos malogra suelos y cultivos, y se multiplican los riesgos asociados al cambio clim¨¢tico y la emisi¨®n de gases de efecto invernadero. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son sue?os imposibles porque ni hay acciones nacionales concertadas, ni se obtiene la vacuna regional contra la ret¨®rica y la demagogia.
La reuni¨®n ministerial preparatoria de la XXVII Cumbre Iberoamericana de Andorra acord¨® la semana pasada articular una hoja de ruta hacia la protecci¨®n y crear una agenda con pol¨ªticas comunes para converger con los compromisos del Acuerdo de Par¨ªs. Los flancos y derivaciones del fen¨®meno son m¨²ltiples: la no aplicaci¨®n de medidas dr¨¢sticas contra las emisiones de di¨®xido de carbono implica multiplicar en 2050 las muertes por envenenamiento.
La declaraci¨®n final del IX Foro Iberoamericano de ministros de medio ambiente de Chile, celebrado hace 11 a?os, y la declaraci¨®n final de la Conferencia de Andorra, reunida virtualmente el pasado d¨ªa 16, son pr¨¢cticamente intercambiables, bienintencionadas. Inciden en lo mismo, con la salvedad de que la reuni¨®n del Principado insta al protagonismo de la inversi¨®n p¨²blica y privada para evitar que el impacto del coronavirus frene la capacidad de los gobiernos para financiar la promoci¨®n del desarrollo sostenible.
Adem¨¢s del rutinario llamamiento al intercambio de informaci¨®n y cooperaci¨®n, los jefes de Estado y de Gobierno deber¨ªan instar a otra purga medioambiental urgente: la busca y captura de los funcionarios, pol¨ªticos y mafias enemigas del bien com¨²n, coludidas con multinacionales que operan en sectores industriales estrat¨¦gicos de los 22 pa¨ªses iberoamericanos con est¨¢ndares prohibidos en el primer mundo; lo hacen aprovechando que el subdesarrollo necesita inversi¨®n extranjera y est¨¢ dispuesto a ignorar vertidos y suciedades de todo tipo para conseguirla o no perderla.
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