Trump sigue a Sun Tzu
El macho acosador y promiscuo enarbola al final la bandera contra el aborto en el combate definitivo entre derecha e izquierda
Donald Trump sigue los principios de El arte de la guerra, de Sun Tzu: la victoria precede al combate, hay que vencer al enemigo antes de que empiece la batalla. El miedo es el arma. Un miedo hipnotizador, paralizante, disuasivo. ?Para qu¨¦ librar batalla si la derrota ya se ha producido?
Su seguridad es absoluta. Excluye cualquier cosa que no sea la continuidad. Y si el adversario venciera, ya ha adelantado que no tiene intenci¨®n de reconocerlo, nunca. Solo una derrota excepcional, de maquillaje imposible y gracias a m¨¢rgenes colosales, indiscutibles, sin litigios en el escrutinio, que no dependiera del voto por correo, conseguir¨ªa perturbar los planes de su permanencia en la Casa Blanca. De ah¨ª su esfuerzo desmoralizador para desmovilizar al adversario.
Para el caso probable de un resultado ajustado, exhibe como una victoria anticipada el instrumento de la victoria definitiva: un Tribunal Supremo con seis magistrados conservadores sobre nueve, que paralizar¨¢n los escrutinios impugnados antes de que puedan girarse en contra, o dirimir¨¢n a su favor en los litigios sobre papeletas disputadas, tal como sucedi¨® en 2000 en la batalla entre George W. Bush y Al Gore.
La vacante en el alto tribunal ha sido un regalo del cielo, justo en v¨ªsperas de la elecci¨®n. Nada le frenar¨¢ a partir de ahora. No es una cuesti¨®n moral, en la que se exija decencia y coherencia. Es una cuesti¨®n de poder, en la que ya ha ganado la partida.
Nadie puede darse por inadvertido. Lo ha dicho desde el primer d¨ªa. Nada le est¨¢ vetado. Trump est¨¢ por encima de las leyes. La rep¨²blica est¨¢ en los huesos. Lo es solo en el nombre. Este personaje ha vivido siempre de la destrucci¨®n y solo a ¨¦l aprovechan la destrucci¨®n y la muerte.
Perdi¨® la inercia autom¨¢tica de una econom¨ªa boyante. Ech¨® a la calle a las minor¨ªas. Tropez¨® en la gesti¨®n de la pandemia. Pero el macho acosador y promiscuo enarbola al final la bandera contra la interrupci¨®n del embarazo en el combate definitivo entre derecha e izquierda. Con su victoria, el Supremo terminar¨¢ con casi 50 a?os de legalizaci¨®n del aborto. Y no solo: ser¨¢ el final de la reforma sanitaria de Obama, de la discriminaci¨®n positiva, y la protecci¨®n al derecho a portar armas.
De nada vale lamentarse. Al contrario, la rabia ofusca la visi¨®n. Volcada en la calle, obedece al guion que a Trump m¨¢s le conviene: ley y orden. ¡°Todo en el arte de la guerra est¨¢ basado en el enga?o¡±. Si Sun Tzu lleva raz¨®n, nadie como Trump, con sus 20.000 mentiras, est¨¢ tan preparado para la victoria.
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