Caer de pie
Para el pol¨ªtico c¨ªnico contempor¨¢neo, lo principal no es frenar la pandemia, es salir vivo pol¨ªticamente de ella
En esta crisis, los l¨ªderes pol¨ªticos usan la maquinaria institucional y medi¨¢tica para un solo objetivo: escurrir el bulto. Antes se dedicaban a vender su marca personal; un pol¨ªtico es en esencia un influencer con dinero p¨²blico. Hoy usan el dinero p¨²blico para evadir responsabilidades.
Vamos hacia un mundo sin rendici¨®n de cuentas. No existen las responsabilidades pol¨ªticas, solo penales. Por eso la oposici¨®n amenaza tanto pidiendo dimisiones como anunciando querellas. El l¨ªder pol¨ªtico puede perder su reputaci¨®n, pero raramente su cargo. La reputaci¨®n perdida puede recuperarse al d¨ªa siguiente. Tambi¨¦n se puede gobernar con la reputaci¨®n por los suelos. Uno aguanta hasta que lo echen.
Los errores y mentiras se olvidan, quedan sepultados por otros temas. En la serie Veep, el jefe de comunicaci¨®n de la vicepresidenta desea que ocurra alguna tragedia para que pase desapercibida una pol¨¦mica que le afecta: ¡°Quiz¨¢ nadie se entere. ?Y si muere Tom Hanks?¡± Es la pol¨ªtica del spin, del control de da?os permanente. Donald Trump gan¨® en 2016 negando haber dicho cosas que quedaron registradas, y sobre las que no cab¨ªa ninguna duda. Le favorec¨ªa mucho m¨¢s negar sin complejos lo evidente que dar explicaciones. Hoy resultan risibles las dimisiones de Maxim Huerta y Carmen Mont¨®n en 2018, por errores infinitamente mucho m¨¢s leves que los que se han cometido en la gesti¨®n de la pandemia.
En esta crisis, solo dimiten los cargos no pol¨ªticos. El portavoz del Grupo Covid-19 del Gobierno y la Comunidad de Madrid lo hizo a las 48 horas de ser nombrado. La directora de Salud P¨²blica de la Comunidad de Madrid dimiti¨® en mayo porque no estaba de acuerdo con que Madrid pasara a fase 1. Ambos se negaron a formar parte de un juego infantil y c¨ªnico de reproches.
Los pol¨ªticos evaden su responsabilidad y, a la vez, exigen responsabilidad individual. ¡°Pod¨¦is elegir entre ser virus o vacuna¡±, dijo el vicepresidente madrile?o, Ignacio Aguado, cuyo gran m¨¦rito en la gesti¨®n de la pandemia ha sido simplemente poner cara de preocupaci¨®n. Ha sido el mantra del Gobierno central, que tras el estado de alarma simplemente desapareci¨®: ahora os toca a vosotros, dijo a las comunidades y a los ciudadanos tras abandonar el mando ¨²nico.
Los ciudadanos en Espa?a no han sido m¨¢s irresponsables que los l¨ªderes pol¨ªticos. Han acatado normas arbitrarias y poco claras. Sin embargo, los pol¨ªticos culpan de la segunda ola a la irresponsabilidad ciudadana o a la relajaci¨®n. Es f¨¢cil y no tiene coste. Y los propios ciudadanos les ayudamos en esa estrategia de culpabilizaci¨®n: todos conocemos casos de incumplimiento de las normas, y convertimos esas evidencias anecd¨®ticas en actitudes generales.
Para el pol¨ªtico c¨ªnico contempor¨¢neo, sea Ayuso o S¨¢nchez, no hay nada m¨¢s importante que caer de pie. Lo principal no es frenar la pandemia, es salir vivo pol¨ªticamente de ella. Surgir de entre las ruinas y no tener que dar explicaciones ser¨¢ considerado un ¨¦xito.
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