El mundo al rev¨¦s
La palabra de los pol¨ªticos ha perdido su valor. En la acci¨®n, van por detr¨¢s de los acontecimientos, tratando de tapar huecos y jugando una partida de ping-pong con sus propios intereses
Un grupo de multimillonarios de varios pa¨ªses pidi¨® formalmente este verano, por escrito, una subida permanente de impuestos a las grandes fortunas para luchar contra la covid-19 y sus consecuencias. Eran cerca de cien personas ricas, muy ricas. Llamaban a los l¨ªderes pol¨ªticos a asumir su responsabilidad de recaudar fondos y gastarlos de manera justa. Dec¨ªan literalmente: ¡°Por favor, h¨¢gannos pagar impuestos¡±.
Mucho m¨¢s cerca, en Madrid, hay no pocos ciudadanos reclamando a las autoridades medidas m¨¢s dr¨¢sticas y claras para combatir los contagios. Es como si dijeran: conf¨ªnennos, por favor, conf¨ªnennos, o hagan lo que tengan que hacer para controlar esta locura. Pero ?h¨¢ganlo!
La dejaci¨®n de funciones, la falta de transparencia, la vacuidad de los discursos, provoca este ins¨®lito intercambio de papeles, con la ciudadan¨ªa reclamando a los pol¨ªticos que hagan su trabajo. La dejaci¨®n de funciones conduce, como el movimiento de un p¨¦ndulo, a la tentaci¨®n autoritaria. Ley y orden, grita Trump.
La palabra de los pol¨ªticos ha perdido su valor. En la acci¨®n, van por detr¨¢s de los acontecimientos, tratando de tapar huecos y jugando una partida de ping-pong con sus propios intereses. Y si no es as¨ª en todos los casos, as¨ª es como se percibe en general.
En el transcurso de los ¨²ltimos siete d¨ªas, hemos visto a Moncloa incapaz de explicar por qu¨¦ no quiso que el Rey fuera a Barcelona cuando se esperaba la sentencia de inhabilitaci¨®n de Torra; al caducado presidente del Supremo y del CGPJ montarle un numerito al Gobierno a costa del jefe del Estado; al ministro de Consumo acusar al Rey de maniobrar contra el Gobierno; a Pablo Casado, que vot¨® contra el estado de alarma, pedir al Gobierno central que dirija la lucha contra la pandemia, pero que no se le ocurra decidir sobre Madrid; a Albert Rivera, el hombre que perdi¨® 47 de 57 esca?os, dar lecciones de pol¨ªtica desde todos sus altares. Para las contradicciones de Torra, necesitar¨ªa un espacio que este peri¨®dico no tiene. Y lo peor, una batalla en el Gobierno de Madrid, con la salud y la seguridad de los ciudadanos como rehenes.
Habr¨¢ que citar, otra vez, a Antonio Gramsci: ¡°El viejo mundo muere, el nuevo tarda en aparecer, y en este claroscuro, surgen los monstruos¡±. Pongan ustedes los nombres y apellidos a los monstruos que ya se ven. @PepaBueno
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