Evaluar ahora, y no cuando ya sea tarde
Adolecemos de una falta de cultura de evaluaci¨®n en el conjunto de las administraciones p¨²blicas y en otras organizaciones privadas que resulta todo un h¨¢ndicap para la gesti¨®n
Uno de los secretos mejor guardados de la pandemia en Espa?a es por qu¨¦ su gesti¨®n no se est¨¢ evaluando de forma externa y con profesionales independientes. El Gobierno insiste en que ahora est¨¢ centrado en intentar contener al virus, y que ya llegar¨¢ el momento de evaluar. ?Cu¨¢ndo ser¨¢ ese momento? ?Cuando ya no haya nada que corregir y mejorar, porque la pandemia haya terminado o porque se nos haya llevado por delante?
Si ¡°investigar en Espa?a es llorar¡±, como dec¨ªa Santiago Ram¨®n y Cajal, intentar evaluar es llorar en soledad, m¨¢xime si de pol¨ªticas p¨²blicas se trata, y especialmente desde que en julio de 2017 el Gobierno presidido por Mariano Rajoy disolviera la Agencia Estatal de Evaluaci¨®n de las Pol¨ªticas P¨²blicas y la Calidad de los Servicios (Aeval). Ese organismo ten¨ªa como objetivo la promoci¨®n y realizaci¨®n de evaluaciones y an¨¢lisis de impacto de las pol¨ªticas y programas institucionales. Esto ha supuesto, a la larga, un abandono de los procesos de evaluaci¨®n, pese a los esfuerzos realizados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), quien, adem¨¢s, plantea ahora reforzar esta l¨ªnea en su Plan Estrat¨¦gico 2020-2026.
Si el motivo de la disoluci¨®n de Aeval fue, simplemente, ahorrar gasto, conviene analizar hasta d¨®nde puede llegar el coste de no tener un ¨®rgano de evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas. Como ocurre con todo lo sustancial ¡ªcon la educaci¨®n, con la salud o con el medio ambiente, por ejemplo¡ª, si invertir en ellos es caro, aterra pensar lo caro que puede salir no hacerlo.
En definitiva, adolecemos de una falta de cultura de evaluaci¨®n en el conjunto de las Administraciones P¨²blicas y en otras organizaciones privadas, que resulta todo un h¨¢ndicap para la gesti¨®n. Probablemente porque se ve como un proceso en busca de culpables, con ¨¢nimo inquisitorial y estigmatizador; pero siendo cierto que, en algunos casos, quien lo propone puede estar buscando ese efecto, tal situaci¨®n podr¨ªa combatirse sistematizando la evaluaci¨®n de manera que forme parte de los procesos de gesti¨®n habituales.
La evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas es una t¨¦cnica basada en un m¨¦todo sistem¨¢tico, riguroso y transparente de recopilaci¨®n y an¨¢lisis de informaci¨®n, que permite medir y calificar todas las fases de una pol¨ªtica. Es decir, su dise?o, gesti¨®n, resultados y efectos. Lo hace partiendo de criterios e indicadores previamente determinados que permiten comprobar si los objetivos planteados se han conseguido y hasta qu¨¦ punto son atribuibles a esa pol¨ªtica. Y de esa forma tomar decisiones que ayuden a mejorar la gesti¨®n. El proceso de evaluaci¨®n debe estar contemplado ya al inicio de cualquier pol¨ªtica, y debe ser algo permanente que acompa?e a la gesti¨®n, no algo que ocurre al final, cuando ya no hay remedio. La buena noticia es que Espa?a, y la Administraci¨®n p¨²blica en concreto, tiene excelentes profesionales que podr¨ªan desarrollar esta tarea. Especialmente ahora, que nos va la vida en ello.
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