Mariposa

En el aparador est¨¢ el retrato de una pareja en el d¨ªa feliz de su boda. Durante 40 a?os de estar juntos esta pareja ha pasado por muchos momentos de risas y l¨¢grimas, pero ahora est¨¢ sentada a la mesa del comedor y en medio de los dos reposa sobre el mantel el cuchillo familiar. Con ese cuchillo partieron la tarta nupcial y, despu¨¦s, en la cocina, su hoja varias veces afilada contribuy¨® a su felicidad cortando toda clase de alimentos. Existe el consabido efecto mariposa cuyo vuelo puede romper el equilibrio planetario y provocar una hecatombe en otro hemisferio. Existe tambi¨¦n un efecto mariposa dom¨¦stico, por el que despu¨¦s de muchos a?os de convivencia en paz basta con que un d¨ªa uno no haya bajado la tapa del retrete o haya dejado abierto el bote de champ¨² para que el reproche desencadene una tempestad y ese cuchillo, que reban¨® miles de panes, de pronto inesperadamente penetre hasta el mango en el cuerpo del otro c¨®nyuge. Tambi¨¦n se da el efecto mariposa en la pol¨ªtica. El odio y la estupidez con que la derecha insulta al Gobierno en el Parlamento en medio de la pandemia est¨¢n generando en la atm¨®sfera pol¨ªtica una carga explosiva muy peligrosa. No est¨¢ lejos el d¨ªa en que de esa bronca tabernaria salte una chispa imprevista que provoque un mot¨ªn ciudadano con el consiguiente baile de garrotazos. A este pa¨ªs le ha costado mucha sangre recuperar la dignidad despu¨¦s del oprobio de la dictadura; ha tenido que luchar muy duro para salir de la miseria econ¨®mica y vivir en democracia. Empieza a resultar tr¨¢gico que unos pol¨ªticos percebes de cuarta vengan a echar tanto sacrificio por la borda con su incompetencia y fanatismo. Como le sucedi¨® a esa pareja del retrato tambi¨¦n hubo tiempos muy felices en este pa¨ªs, pero entre la derecha y la izquierda est¨¢ ahora en la mesa aquel cuchillo de cortar el pan sobre el que vuela una mariposa.