Balcanismos

Desde que termin¨® la guerra que desmembr¨® la antigua Yugoslavia, la sombra vergonzante de la inutilidad comunitaria sigue flotando en la conciencia de la Uni¨®n Europea. Mientras, el conflicto entre Serbia y Kosovo va camino de la congelaci¨®n y la eterna promesa de adhesi¨®n parece disolverse en el aire.

Al llegar al frente de la pol¨ªtica exterior europea, Josep Borrell afirm¨® que los Balcanes occidentales ser¨ªan una prioridad de su mandato. De hecho, poco despu¨¦s de asumir el cargo, viajaba a Pristina y a Belgrado. Esta misma semana, la Comisi¨®n Europea ha aprobado un plan econ¨®mico y de inversiones para apoyar la recuperaci¨®n econ¨®mica y la transici¨®n verde y ecol¨®gica de la regi¨®n que prev¨¦ movilizar 9.000 millones de euros en los pr¨®ximos a?os. A cambio, claro, la UE espera una serie de reformas fundamentales ¡°en consonancia con los valores europeos¡±.

Con la excepci¨®n de algunos j¨®venes que peregrinan cada a?o al festival de m¨²sica electr¨®nica Ultra Europe, en la ciudad croata de Split, para la mayor¨ªa de espa?oles, y una buena parte de europeos occidentales, sigue siendo una regi¨®n ex¨®tica y desconocida, salvaje y melanc¨®lica, ind¨®mita y anclada en el pasado. Un lugar cargado de estereotipos.

En su reci¨¦n publicado Balcanismos, Miguel Ro¨¢n se ha propuesto desmontar tales estereotipos. B¨¢rbaros, inhumanos, perif¨¦ricos, yugo-eslavos, nost¨¢lgicos, estigmatizados, ideol¨®gicos, olvidados¡­ son algunos de los t¨¦rminos que rastrea para explicar su porqu¨¦, para desmentirlos en cuanto falsean la realidad, y para alinearlos con las vivencias de todo ser humano. ¡°Los Balcanes son suficientemente interesantes de por s¨ª, vale con avanzar hacia la objetividad. No hay necesidad de recurrir a ning¨²n tipo de exotismo impostado. Si los visitantes buscamos estereotipos, al final los terminamos encontrando¡±, afirma.

Ro¨¢n lleva a?os tratando de acercar la regi¨®n a un p¨²blico en espa?ol a trav¨¦s de sus libros, sus charlas y sus art¨ªculos. En su obra se mezclan la experiencia personal, la observaci¨®n cercana y el rigor hist¨®rico y cr¨ªtico. Evoca la figura de los grandes viajeros y escritores anglosajones y franceses que han proyectado su visi¨®n del mundo por todos los rincones, pero aqu¨ª, ocupados como estamos en las m¨¢s peque?as cosas, sus adeptos forman un grupo minoritario, aunque siempre fiel.

Y no es el ¨²nico. Espa?a cuenta con un conjunto de expertos y estudiosos de los Balcanes de primer nivel internacional. No en vano, fue all¨ª donde tuvo lugar el bautizo de la actual presencia internacional de nuestro pa¨ªs, con el arranque de las misiones militares y la cooperaci¨®n en el exterior. El que el Alto Representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE sea un espa?ol deber¨ªa ser una buena ocasi¨®n para darles la visibilidad y el papel en el debate sobre el futuro de la relaci¨®n con la regi¨®n que se merecen.