Indultan a Evo Morales

El ganador de las generales de Bolivia, el economista Luis Arce, es hijo de la clase media, un t¨¦rmino elusivo en el an¨¢lisis de su estructura y comportamiento pol¨ªtico en Am¨¦rica Latina, bien sea como factor de estabilidad, involuci¨®n o arbitraje electoral. En Brasil se herman¨® con las dictaduras militares, en Argentina, contra los descamisados peronistas, y en el pa¨ªs andino parece validar la potencialidad revolucionaria atribuida por Samuel Huntington a las clases medias de las naciones subdesarrolladas: la capacidad de causar alteraciones pol¨ªticas durante su transici¨®n hacia la modernidad y la consolidaci¨®n del estatus. El dinamismo y expectativas de ese heterog¨¦neo sector, benevolente con las pulsiones totalitarias de Evo Morales, y agrandado por los pobres que dejaron de serlo gracias al asistencialismo y transformaciones socioecon¨®micas de su capitalismo de Estado, determinaron la victoria del Movimiento al Socialismo (MAS).

Los electores que ten¨ªan poco o nada, mayor¨ªa en el padr¨®n de un pa¨ªs con m¨¢s del 40% de su poblaci¨®n, ind¨ªgena, recibieron derechos y seguridad social y votaron al sustituto del expresidente, perdonando el abuso del poder y de las instituciones a cambio de ciudadan¨ªa y ayudas. El descifrado de la precaria clase media boliviana, sus desplazamientos hacia la derecha o la izquierda, es averiguaci¨®n de amplio espectro porque la perfilan elementos coloniales y raciales, la Revoluci¨®n de 1950, el sufragio universal, la reforma agraria y la estatalizaci¨®n minera de V¨ªctor Paz y Hern¨¢n Siles; tambi¨¦n, las epidemias de hiperinflaci¨®n, cuartelazos, reg¨ªmenes castrense, y los ajustes, privatizaciones y el reordenamiento del gasto p¨²blico del Consenso de Washington.

Su protagonismo pol¨ªtico, sin una marcada orientaci¨®n ideol¨®gica, m¨¢s all¨¢ de las puntuales invocaciones a Marx y la Biblia, son el resultado la historia, la escolarizaci¨®n, el trabajo y los ingresos. Luis Arce gan¨® porque es tributario del aumento de la renta per c¨¢pita entre 2006 y 2015 con la exportaci¨®n de materias primas encarecidas. La inversi¨®n p¨²blica de ese periodo se septuplic¨® y la catarata subsidios y programas sociales se tradujo en agradecimiento, votos y clientelismo. El triunfo de exministro de Morales es obra del electorado popular e ind¨ªgena, incluida la burgues¨ªa chola y la inmigraci¨®n rural en las ciudades: un grupo social subdividido en ramales, demandas y conceptualizaciones diferentes: doctrinarias, ¨¦tnicas y, fundamentalmente, econ¨®micas.

La rotundidad de la CEPAL sobre una nueva estratificaci¨®n social en Bolivia, concluyendo que el 30% de sus nacionales pas¨® de pobre a clase media con las pol¨ªticas redistributivas de los ¨²ltimos catorce a?os, es discutible porque si bien las transferencias monetarias mejoraron la vida de los bolsones indigentes, su vulnerabilidad frente a la pandemia y la recesi¨®n, la reversibilidad de su bienestar, desaconsejan categorizarlos en ese estrato. El nuevo presidente deber¨¢ seguir tutel¨¢ndolos sin dinamitar la divisi¨®n de poderes, dirimiendo con sabidur¨ªa el transcendente enconamiento entre la derecha criollo-mestiza de Santa Cruz y el indigenismo dogm¨¢tico.