Dar ejemplo
La participaci¨®n de muchos pol¨ªticos en un innecesario acto social es un error que debilita las peticiones de responsabilidad a la ciudadan¨ªa
Escasa autoridad moral tienen los l¨ªderes pol¨ªticos ¡ªdel Gobierno, la oposici¨®n del PP y Ciudadanos, la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid¡ª cuando participan en reuniones sociales masivas mientras est¨¢n exigiendo a los ciudadanos justamente que no lo hagan. Resulta chocante que representantes de los dos principales partidos, tan desacostumbrados al consenso, hayan coincidido en un error y una imprudencia a todas luces evidente. En un tiempo dif¨ªcil por las restricciones de los contactos, por la p¨¦rdida de empleos, por el ascenso de los contagios a pesar de todas las medidas y por la tensi¨®n a la que se ven sometidos los equipos sanitarios, varios ministros (de Sanidad, Defensa, Cultura y Justicia), el presidente del PP, la de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital, entre otros representantes pol¨ªticos, participaron en la noche del lunes en el Casino de Madrid en una entrega de premios organizada por un peri¨®dico, dudosa actividad esencial como aquellas a las que se reclama que se limiten los ciudadanos.
A pesar de las distancias de seguridad, las separaciones de mesas o el supuesto cumplimiento del aforo y los protocolos que alegan los organizadores, lo cierto es que los representantes pol¨ªticos han faltado al deber de ejemplaridad que cabe esperar de ellos, especialmente en el inicio de un estado de alarma que llega para quedarse durante largo tiempo y mientras las medidas restrictivas se multiplican sin un horizonte claro de eficacia ni temporalidad. El comisario de Comercio de la UE, Phil Hogan, tuvo que dimitir en agosto al trascender que hab¨ªa asistido a una cena de gala en un club de golf en Irlanda con m¨¢s de 80 personas cuando las autoridades del pa¨ªs limitaban a un m¨¢ximo de 15 la asistencia a actos p¨²blicos.
El ministro Salvador Illa se disculp¨® ayer en el Congreso por lo ocurrido y reconoci¨® que se equivoc¨®, lo que le honra. El decreto del estado de alarma plantea nuevas restricciones y, muy probablemente, impedir¨¢ la normal celebraci¨®n de la Navidad a las familias, lo que hace a¨²n m¨¢s incomprensible la fiesta celebrada en el Casino de Madrid. Los contagios siguen aumentando en la mayor parte de Espa?a a pesar de los confinamientos perimetrales, del cierre de la hosteler¨ªa en Catalu?a o dem¨¢s medidas que ruedan ya desde hace semanas. Numerosos expertos advierten de la presi¨®n creciente sobre las UCI y el sistema sanitario en general, que puede verse desbordado en noviembre. La conveniencia de restricciones m¨¢s duras, como los confinamientos domiciliarios, est¨¢ ya bajo debate. Y el teletrabajo vuelve a extenderse como herramienta cotidiana. Muchas razones para que quienes van a imponer obligaciones ejerciten con especial pulcritud la ejemplaridad. Ninguna otra actitud se comprender¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.