Ni?os cero vacunas: otro dilema
Los pa¨ªses m¨¢s castigados no pueden desviar recursos a la covid-19
Ahora que todos los ciudadanos nos hemos alfabetizado sobre las vacunas, su desarrollo y su car¨¢cter esencial para la medicina, puede ser un buen momento para ampliar el foco m¨¢s all¨¢ de salvar la campa?a de Navidad en Espa?a y dem¨¢s pa¨ªses occidentales y profundizar en los grandes escollos que impiden al planeta contar con unos calendarios vacunales no digo ya ideales, sino suficientes para aliviar el sufrimiento aliviable, prever la invalidez previsible y evitar la muerte evitable. Aqu¨ª no hablamos de biotecnolog¨ªa de vanguardia, sino de unos recursos bien conocidos de los que disfrutan los pa¨ªses ricos desde hace d¨¦cadas y que una pol¨ªtica internacional ciega, inercial y triste les est¨¢ negando a las poblaciones m¨¢s vulnerables del mundo. Si lo estamos haciendo as¨ª de mal con unas vacunas bien establecidas, eficaces y seguras, cabe preguntarse qu¨¦ clase de chapuza letal vamos a organizar cuando tengamos la vacuna anticovid, que llegar¨¢ dentro de un a?o siendo optimistas.
La informaci¨®n que manejan la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) es deprimente. Hay ahora mismo 14 millones de ni?os en el mundo que han cumplido su primer a?o de vida sin recibir una sola vacuna, ni contra la difteria, ni contra el t¨¦tanos, ni pertussis ni polio ni sarampi¨®n ni nada de nada. Son los ni?os ¡°cero vacunas¡±, en la expresi¨®n transparente y brutal de los m¨¦dicos que conocen el asunto. Los pa¨ªses con m¨¢s ni?os sin vacunar son los que est¨¢n aplastados por las guerras y otros fracasos del raciocinio, all¨ª donde una fracci¨®n sustancial de la poblaci¨®n vive en campos de refugiados o desplazados, all¨ª donde una vida cuesta mucho menos que la consulta m¨¦dica que podr¨ªa salvarla, all¨ª donde la desigualdad es insostenible.
Nigeria y Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, s¨ª, pero tambi¨¦n Filipinas, Brasil, M¨¦xico y Angola tienen unos ¨ªndices insoportables de ni?os cero vacunas. Un dato especialmente revelador es el de Siria, donde las fuerzas del r¨¦gimen han bombardeado los almacenes de vacunas para estimular a la gente a desplazarse a otro lugar. Me pregunto qu¨¦ pensar¨¢n los antivacunas acerca de ello. Si las vacunas son tan malas como ellos creen, ?para qu¨¦ bombardear los almacenes? ?No ser¨ªa mejor inyect¨¢rselas a la poblaci¨®n para que sufra? Ay, estos dictadores que no acaban de aprender su trabajo. Y ya ni hablemos de los rohingyas de Mianmar, antigua Birmania, o de los pigmeos centroafricanos y otras poblaciones machacadas, que o bien no est¨¢n censadas o han sido privadas aposta de su derecho a ninguna vacuna.
Para acabarlo de arreglar, la covid-19 est¨¢ empeorando las cosas en el mundo pobre, porque exige desviar a ella unos recursos preciosos a los que esos pa¨ªses no pueden renunciar. ¡°No podemos permitir que un ni?o se quede sin vacunas por el hecho de desviar los recursos a la atenci¨®n de otra emergencia como la covid-19¡±, dice Miriam Al¨ªa, especialista en vacunaci¨®n y respuesta a epidemias de M¨¦dicos Sin Fronteras, que est¨¢ preparando un informe sobre el asunto. ¡°La vacunaci¨®n es la actividad m¨¢s frecuentemente limitada o interrumpida entre los servicios esenciales de salud durante la pandemia de coronavirus¡±. Las sectas antivacunas de los pa¨ªses ricos se pueden permitir el lujo de serlo. En un pa¨ªs pobre los correr¨ªan a gorrazos. Qu¨¦ malas son las religiones.
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