Democracias a la defensiva
Populismo, iliberalismo, autocracia, terrorismo: son los viejos enemigos de nuestro sistema, pero este ha demostrado ser resistente y flexible como los juncos
Convertir la democracia en un instrumento geopol¨ªtico no es nuevo. Se hizo en tiempos de Bush, hijo, y la pol¨ªtica exterior neocon para engrandecer el poder americano y se llam¨® ¡°globalismo democr¨¢tico¡±, pero tambi¨¦n se ha hecho para consagrarla como camino indefectible hacia el fin de la historia, como trat¨® de explicar Fukuyama embelleciendo con su prosa una suerte de inevitable dominio occidental. Hoy, curiosamente, frente a esa pulsi¨®n orgullosa del pasado, lo que tenemos despu¨¦s de Trump y la pandemia es una pl¨¦yade de discursos que anuncian la posible defunci¨®n de las democracias o la comparan con autocracias, como si nuestro modelo pol¨ªtico necesitara relegitimarse.
Hasta el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, vio necesario recordar que Europa es ¡°una poderosa democracia compuesta por 27 democracias eficientes capaces de afrontar la crisis¡±. Quiz¨¢ las protestas por la pandemia y el empobrecimiento expliquen sus declaraciones, pero ?de veras es la eficiencia el criterio para legitimar las democracias? Algo as¨ª suceder¨ªa con la pol¨ªtica exterior de Biden, quien, seg¨²n dec¨ªa Anne-Marie Slaughter en el Financial Times, tomar¨ªa ¡°la democracia como base para elegir a sus socios¡±. Durante su primer a?o celebrar¨ªa una cumbre para formar la ¡°Liga de Democracias¡±. Pero ?c¨®mo abrazar el multilateralismo mientras se fomenta una especie de club selecto de democracias? ?Acaso los nuevos ¡°problemas sin fronteras¡±, como el cambio clim¨¢tico, solo se discutir¨¢n entre democracias? ?Es pertinente una divisi¨®n entre modelos en el ¨¢mbito de las relaciones internacionales?
Y aunque atruena el silencio sobre la UE en el discurso de Biden, parece que la democracia se ha convertido en una invocaci¨®n identitaria e ideol¨®gica para fortalecer la autoestima de Occidente. Probablemente se deba al buen hacer de sus enemigos internos, los populistas, cuya ineficacia en la gesti¨®n ha quedado al descubierto por la pandemia, y al riesgo de que nuestro sistema reciba una dura sacudida si la emergencia sanitaria se prolonga y nuestros dirigentes no siguen una conducta ejemplar. Hay tambi¨¦n amenazas externas, como la obsesi¨®n china o el nuevo terrorismo 4G, con un islam radicalizado a golpe de redes y un Erdogan desenmascarado, referente de los movimientos yihadistas frente a la doctrina republicana reivindicada por Macron en su discurso de la Sorbona, un canto que deber¨ªa hacer suyo toda Europa. Populismo, iliberalismo, autocracia, terrorismo: son los viejos enemigos de las democracias, pero estas han demostrado ser resistentes y flexibles como los juncos. Aunque conviene recordar que ning¨²n junco resiste solo, que la autoalabanza puede cegarnos y que la democracia es solo una opci¨®n entre muchas, aunque sea la ¨²nica que nos proteja de veras. Una lecci¨®n necesaria si queremos defenderla con eficacia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.