Estados Unidos se ha liberado de sus demonios con la derrota de Trump. ?Ser¨¢ ahora el turno de Brasil?
A las personas se las conoce por los gestos, y Bolsonaro, con su falta de educaci¨®n y de diplomacia, se ha retratado a s¨ª mismo
Estados Unidos estuvo al borde de una guerra civil provocada por el histrionismo, el desprecio, cuando no por la persecuci¨®n de las minor¨ªas del presidente Trump, as¨ª como por su negacionismo de la pandemia. A su vez, el presidente Jair Bolsonaro lleg¨® a poner a Brasil a la vera de un golpe de Estado que habr¨ªa llevado al pa¨ªs a una nueva dictadura y que fue curiosamente frenado por los generales que se cobijan en su Gobierno.
Estados Unidos ha sabido castigar en las urnas a quien amenazaba con desarticular al pa¨ªs y al mundo con un populismo peligroso y vulgar.
Bolsonaro, considerado el Trump de los tr¨®picos, no ha felicitado hasta ahora al vencedor de las elecciones en las urnas, que no es ning¨²n comunista sino un liberal democr¨¢tico. A las personas se las conoce por los gestos, y Bolsonaro, con su falta de educaci¨®n y de diplomacia, se ha retratado a s¨ª mismo.
?Existen esperanzas que, as¨ª como los norteamericanos han arrojado los demonios que aflig¨ªan a una de las democracias m¨¢s s¨®lidas y antiguas del mundo moderno, Brasil tenga tambi¨¦n la capacidad de reunir de nuevo al pa¨ªs para liberarse del nuevo caudillo amante de la violencia y adorador de las armas que como Trump est¨¢ dividiendo al pa¨ªs y rob¨¢ndole la esperanza?
El ganador de las elecciones en Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado ya en su primer discurso como vencedor de las elecciones que desea ser el presidente de ¡°todos los estadounidenses y curar las heridas¡± abrazando a todas las minor¨ªas para reunificar al pa¨ªs, la mayor potencia b¨¦lica y econ¨®mica del planeta.
El programa de Biden est¨¢ a las ant¨ªpodas del populista y racista brasile?o que discrimina, divide y envenena a la sociedad.
Estados Unidos, con Biden, desea que el pa¨ªs salga del infierno al que lo estaba arrastrando la locura de un Trump al que la mayor¨ªa de los estadounidenses le ha dicho basta.
Brasil est¨¢ a¨²n a tiempo de escoger el camino del infierno, con sus desprecio por la democracia y su rechazo de las minor¨ªas al que lo est¨¢ empujando Bolsonaro, o en cambio volver a dar al mundo un ejemplo de convivencia con todas sus diferencias y con la riqueza de posibilidades de crear una sociedad plural, rica econ¨®mica y culturalmente que siempre lo distinguieron y lo hicieron ser apreciado y respetado en el mundo.
La noticia m¨¢s explosiva los d¨ªas pasados en el mundo ha sido la derrota del histri¨®nico Trump, que estaba envenenando a un pa¨ªs que fue siempre meca de todos los que buscaban posibilidades de superaci¨®n.
No por casualidad la mayor¨ªa de sus premios Nobel son hijos de migrantes que se injertaron en un pa¨ªs que no hac¨ªa distinci¨®n de raza.
Quiz¨¢s por ello el mundo ha recibido con alivio la noticia de la derrota de Trump, que amenazaba la democracia mundial y estaba atemorizando al planeta. Ahora el peligro que corre Brasil es el de no encontrar un Biden capaz de unificar un pa¨ªs rasgado y preocupado con su futuro y el de sus hijos.
Brasil necesitar¨¢ encontrar a alguien dispuesto a reunificar al pa¨ªs con sus venas abiertas y de entusiasmarle con la esperanza de un nuevo ciclo de prosperidad econ¨®mica sin esos millones de abandonados a su suerte y donde nadie se sienta excluido y perseguido por sus ideas, su credo y sus preferencias pol¨ªticas y culturales.
?Existe en Brasil hoy un Biden capaz de enfrentarse con su crisis de identidad y que devuelva al pa¨ªs las ilusiones perdidas? La responsabilidad que recae sobre los pol¨ªticos brasile?os de todos los colores pol¨ªticos es doble despu¨¦s de que los Estados Unidos han dado un ejemplo al mundo de saber escoger la libertad a la barbarie.
Brasil por su importancia econ¨®mica y pol¨ªtica en el continente, necesita deshacerse con urgencia de la forma de gobernar histri¨®nica e infantil que lo aqueja y que sea capaz de devolver a su gente la fe perdida en la vieja pol¨ªtica, ra¨ªz de tantos desasosiegos que han culminado en la aventura de un Presidente y de un gobierno que m¨¢s parecen estar dirigiendo un pa¨ªs bananero que una potencia mundial.
Como ha escrito en su editorial este peri¨®dico ¡°el momento es grave y muchas cosas est¨¢n en juego: siete d¨¦cadas de florecimiento de los valores democr¨¢tico liberales est¨¢n amenazados por algo m¨¢s que nubes oscuras¡±.
?Y en Brasil?
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