Nueva crisis en Per¨²

La destituci¨®n por el Congreso de Per¨² del presidente, Mart¨ªn Vizcarra, investigado por recibir supuestos pagos irregulares, representa otra grave sacudida en el panorama pol¨ªtico del pa¨ªs andino, en el que todos los jefes de Estado desde 1985 ¡ªcon la excepci¨®n de Valent¨ªn Paniagua, presidente constitucional transitorio durante ocho meses entre 2000 y 2001¡ª han terminado siendo investigados o procesados por delitos de corrupci¨®n. Vizcarra, quien llevaba dos a?os y ocho meses en el cargo y tuvo que superar una importante crisis institucional en septiembre de 2019, fue censurado por la C¨¢mara por amplia mayor¨ªa el lunes. Ha sido acusado de ¡°incapacidad moral permanente¡± tras hacerse oficial la apertura de una investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa sobre unos 540.000 euros en sobornos presuntamente recibidos en 2013 y 2014 cuando era gobernador del departamento de Moquegua, al sur del pa¨ªs. El ya expresidente ha negado los cargos. No era esta la primera vez que el jefe de Estado se enfrentaba a una acusaci¨®n similar en el Congreso. En septiembre ya se vot¨® (y fue rechazada) su destituci¨®n por presunto trato de favor en la concesi¨®n de obras p¨²blicas a un amigo, acusaci¨®n que Vizcarra tambi¨¦n rechaz¨® tajantemente.

Ahora, la investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa tiene un car¨¢cter muy diferente, no solo por la gravedad de los hechos, sino por su trasfondo. Vuelve a poner sobre la mesa la asignatura pendiente de la democracia peruana, que es la lucha contra la corrupci¨®n de amplios sectores de la clase pol¨ªtica. Sin ir m¨¢s lejos, varios de los impulsores de la destituci¨®n est¨¢n encausados, detenidos o bajo arresto domiciliario por delitos como lavado de dinero, financiaci¨®n ilegal o sobornos a jueces. Todo esto provoca un clima de desconcierto entre la ciudadan¨ªa. De hecho, en octubre, el 78% de los peruanos estaba a favor de que Vizcarra siguiera en el cargo mientras continuaran las investigaciones. Y llueve sobre mojado. El que todos los presidentes desde 1985, menos uno provisional, hayan terminado ante los tribunales da?a a las instituciones y puede provocar que la desconfianza de los votantes hacia sus pol¨ªticos ¡ªjustificada por hechos que se repiten una y otra vez¡ª se traslade al mismo sistema. Ese es el escenario en el que pueden disputarse las elecciones presidenciales de abril de 2021.

Pero no es menos importante que la destituci¨®n de Vizcarra apunte nuevamente a la que es probablemente la mayor trama de corrupci¨®n internacional en Sudam¨¦rica ¡ªcon ramificaciones en otros continentes¡ª como es el caso Odebrecht, que ha provocado, por ejemplo, un terremoto institucional en Brasil y destapado algunas cloacas de M¨¦xico. Es la demostraci¨®n de que, como los virus, la corrupci¨®n tampoco conoce fronteras y que si una democracia no la combate constantemente, termina causando un profundo da?o.