¡®Patria¡¯: que el gatillo lo aprieten otros
Los asesinos son lo peor de este mundo, pero creo m¨¢s f¨¢cil sentarse con uno si est¨¢ arrepentido que hacerlo con un chivato
Vista Patria. Es extraordinario que la serie haya replicado el mensaje m¨¢s formidable de la novela: que se necesite un ictus para convencer a un etarra de que tiene que pedir perd¨®n, y que el ictus le d¨¦ a quien lo tiene que convencer, no al etarra. Hay despu¨¦s algunas cuestiones relacionadas con otro personaje, la hija de Txato, delicadas de abordar: las ganas de follar cuando asesinan a su padre es una, ir en tren a Alemania a follar y acabar visualizando c¨®mo asesinaron a su padre es otra. Las dos est¨¢n bien: solo acerc¨¢ndose mucho a la vida se comprende mejor la muerte.
Pero vayamos a lo sustancial: Patxi. Patxi es el responsable de la herriko taberna del pueblo en el que transcurre la historia de Patria y es, tambi¨¦n, el viscoso personaje con el que ETA estudia los portales, los itinerarios y los bajos de los coches. Produce el mismo horror que el cura don Serapio, y menos que el terrorista Joxe Mari. El asesino se va a la clandestinidad, mata a personas y se arriesga, cuando no a su propia muerte, a las torturas y la c¨¢rcel; y a¨²n despu¨¦s de eso, si le queda humanidad ¡ªhay casos en los que no¡ª, al remordimiento y la culpa. Patxi es peor, porque Patxi es todo eso, pero sin hacerlo. Patxi, los Patxis que hay dentro y fuera de Euskadi, dentro y fuera de nuestra vida, son los que ejecutan sus acciones a trav¨¦s de otros: los que subcontratan el odio para que a ellos no les salpique y puedan aparecer ante los dem¨¢s como lo que les convenga, generalmente para dar sermones.
Joxe Mari ha perdido en el Pa¨ªs Vasco; Patxi ha ganado. Es probable que ahora est¨¦ por ah¨ª diciendo que hubo cosas que se hicieron mal, que el sufrimiento fue mucho, que los dos bandos y tal; organizar¨¢ recibimientos de presos, donativos y tal; firmar¨¢ el primero los manifiestos y ser¨¢ el primero en las concentraciones, y tal. Patxi es la r¨¦mora, el ¡°y tal¡± de cualquier discusi¨®n: esa coletilla del final de una frase que sugiere muchas cosas y todas peores, pero no se nombran. Patxi hoy est¨¢ saludando a gente de la que apunt¨® su matr¨ªcula para que la matasen, y no la saluda con la humildad de quien ha perdido, sino con la condescendencia de quien le ha perdonado la vida. Los asesinos son lo peor de este mundo, pero creo m¨¢s f¨¢cil sentarse con uno si est¨¢ arrepentido que hacerlo con un chivato.
ETA fue sostenida por los Joxe Maris, los Joxian y los Patxis; sin el primero no podr¨ªan haber matado, sin el segundo no podr¨ªan haber sobrevivido, sin el tercero no podr¨ªan haber adoctrinado. Puedo entender la empat¨ªa hacia Joxian, ese hombre que no sabe d¨®nde meterse cuando a su amigo le ponen la diana encima; no cae, o finge no caer, en que si tu mejor amigo te retira la palabra, a ojos de los dem¨¢s tu culpabilidad no admite duda. Joxian no es todo lo que est¨¢ mal, pero lo que est¨¢ mal en Joxian es lo peor que le puede pasar a Txato.
¡°Todos son v¨ªctimas¡±, dicen las mejores almas cuando vuelven la vista atr¨¢s. Por ejemplo, Miren, la madre del terrorista, es v¨ªctima. ?Pero v¨ªctima de qu¨¦? Tan importante es ser v¨ªctima como la raz¨®n por la que se es. Impresiona la escena de Miren con san Ignacio de Loyola a solas en la iglesia, el mejor momento de la serie; la desesperaci¨®n absoluta de ese personaje, qu¨¦ monumental actriz Ane Gabarain: ¡°Y si lo que hac¨ªamos era tan malo, ?por qu¨¦ no nos lo impediste?¡±. Ten¨ªa que pararlos Dios, no pod¨ªan conformarse con menos. Pero a Dios nunca le ha dado un ictus.
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