Los dinamiteros de Podemos-ERC
Pablo Iglesias, m¨¢s que invertir en agenda social, invierte todo en la divisi¨®n del pa¨ªs
La ministra de Hacienda sosten¨ªa en el Congreso que ¡°rechazar los presupuestos es una irresponsabilidad¡±; anticip¨¢ndose a los discursos m¨¢s o menos tremendistas de PP y Vox. Claro que la oposici¨®n de la oposici¨®n, incluso el choque ¨¢spero con Casado, ya se descontaba. El inter¨¦s estaba en la suma de la mayor¨ªa, donde poco antes Bildu se anunciaba en lo que parec¨ªa algo m¨¢s que un ejercicio de responsabilidad. De inmediato, muy orquestadamente, Iglesias elogiaba a Bildu por esa responsabilidad, d¨¢ndole la bienvenida a la ¡°direcci¨®n del Estado¡±, as¨ª tal cual, y se remataba la operaci¨®n con Podemos enfatizando que ¡°Ciudadanos forma parte de la foto de Col¨®n¡±. Todo estaba orientado a provocar a Arrimadas y sacar a Cs de la foto. Rufi¨¢n dir¨ªa despu¨¦s que actuaban en defensa propia. Volviendo a la afirmaci¨®n de la ministra Montero, ?se puede concluir que Podemos y ERC son unos irresponsables? La pregunta es ret¨®rica, claro est¨¢.
La premisa de Montero es razonable. Nunca antes ha habido tantas razones para plantear consensos presupuestarios en Espa?a, pero no s¨®lo del Estado sino tambi¨¦n de la Comunidad de Madrid, o Catalu?a, o Andaluc¨ªa, o Valencia, o Euskadi, o Santiago, Palma, Murcia¡ Hubiera sido un buen mensaje a la sociedad. En muchos casos, ha sobrado desinter¨¦s de unos y/o de otros, casi todos, m¨¢s c¨®modos en sus trincheras. Pero lo de Podemos y ERC es caso aparte, porque se han esforzado en restar, sacando de ah¨ª a Cs y dinamitando la posibilidad de unos presupuestos no bloquistas. Y la raz¨®n es obvia: lo que desean exactamente es el bloquismo polarizado. Desde la mina puesta en la ley Cela¨¢ contra un hecho fundacional de Cs hasta los epitalamios a Bildu, han porfiado con ese objetivo. Incluso Echenique se burlaba de Arrimadas, con un estilo zafio, mientras Montero braceaba ante el hemiciclo al ver que naufragaba su argumento de la responsabilidad. Esa, aunque incomode al PSOE, es la lectura: Iglesias tiene el control.
Claro que Moncloa tiene sus intereses, sobre todo ver a ERC en la Generalitat. Y el Palau bien vale una pifia. Sin embargo, el coste de la operaci¨®n Bildu es mucho m¨¢s que una pifia rufianesca. La reacci¨®n de Vara ¡ªal que Oskar Matute le ense?aba un viejo carnet como si un pasado en AP fuese m¨¢s deshonroso que uno de bombas y tiros en la nuca¡ª representa a millares de socialistas; e incluso Susana D¨ªaz, convertida en vocera entusiasta del sanchismo, ha marcado cierta distancia, a rebufo de otros barones como Page o Barb¨®n. Echenique no se corta en se?alar a Lamb¨¢n por sus gui?os a Cs, y apenas sal¨ªa Urquizu en su defensa. Los socialistas, en media Espa?a, no se pueden reconocer en esa alianza dinamitera. Y Arrimadas acert¨® a ponerlos ante el espejo: existe elecci¨®n. Claro que Iglesias, m¨¢s que invertir en agenda social, invierte todo en la divisi¨®n del pa¨ªs. Con la convicci¨®n acertada de que es la clave del futuro. Enti¨¦ndase, de su futuro.
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