Qu¨¦
Qu¨¦ fue de los zapatos viejos y de los calcetines agujereados, qu¨¦ de las l¨¢grimas que lubricaban la c¨®rnea y de las que lloraron la muerte de los padres, qu¨¦ de los miedos de la infancia, del estupor adolescente y del p¨¢nico de la madurez
Todo cuanto le¨ª, qu¨¦ pasa ahora con ello. Las calles en las que me perd¨ª, los portales en los que me refugi¨¦, los cuartos de ba?o en los que me alivi¨¦, las sardinas en lata, los afectos dudosos y los claros, las plazas, las tormentas, la lluvia, las pipas de girasol, el hielo, la miel de las abejas¡
Qu¨¦ pasa con los cuadernos de rayas, con las caligraf¨ªas conquistadas, con las almohadas y el minibar de los hoteles, con el da?o que inflig¨ª o que me infligieron. Qu¨¦ con las lagartijas y los grillos y con las golondrinas y con los murci¨¦lagos, qu¨¦ con estos diez dedos de mis manos, qu¨¦ con mis manos, qu¨¦ con la nuez o bocado de Ad¨¢n, qu¨¦ con mi h¨ªgado, con mis pulmones, con mis v¨ªsceras en general, qu¨¦ con mi piel y mis pupilas y con el blanco de mis ojos, qu¨¦ con los fluidos corporales y la respiraci¨®n. Qu¨¦ fue de los zapatos viejos y de los calcetines agujereados, qu¨¦ de las l¨¢grimas que lubricaban la c¨®rnea y de las que lloraron la muerte de los padres, qu¨¦ de los miedos de la infancia, del estupor adolescente y del p¨¢nico de la madurez, qu¨¦ de los tres mil quinientos domingos por la tarde resultantes de multiplicar los de cada a?o de la vida por los a?os vividos. Qu¨¦ fue del humo de tantos cigarrillos, qu¨¦ del pelo perdido, qu¨¦ de la euforia y de la depresi¨®n y de las responsabilidades impuestas y de las aceptadas. Qu¨¦ fue de la religi¨®n, qu¨¦ fue de Dios y qu¨¦ de Lucifer, el arc¨¢ngel socialdem¨®crata.
Qu¨¦ fue de los gusanos de seda y de las mariposas, qu¨¦ de las fotograf¨ªas de los abuelos y las t¨ªas solteras, qu¨¦ del triciclo y del caballo de cart¨®n y de las oraciones causales o las adversativas, qu¨¦ de la ortograf¨ªa y la sintaxis, qu¨¦ de las risotadas del alcohol. Qu¨¦ me pasa esta tarde, qu¨¦ cosa soy, de d¨®nde.
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