En el centro del tablero
La aprobaci¨®n de los Presupuestos, que hace unos meses se antojaba una odisea, hoy est¨¢ resultando una coreograf¨ªa de cortejos m¨²ltiples, desplegando nuevas narrativas
?Qu¨¦ tienen en com¨²n los tres ¨²ltimos presidentes del Gobierno? Que les ha tocado gobernar de forma muy distinta a como ten¨ªan previsto. Y mientras reaccionaban a lo inesperado, iban dibujando nuevas etapas de la democracia, cada una con su narrativa. Tambi¨¦n esta.
Lo se?ala Joaqu¨ªn Estefan¨ªa en el libro La democracia en palabras (Punto de vista editores, 2020), editado por Joan Navarro y Miguel ?ngel Sim¨®n y en el que, a trav¨¦s de una selecci¨®n de discursos de protagonistas pol¨ªticos desde la Transici¨®n hasta hoy, se traza un recorrido de las distintas fases del periodo democr¨¢tico: ¡°Tanto Zapatero como Rajoy llegaron a la Moncloa con unos programas que no pudieron ser aplicados, debido a la interferencia de unos poderes que estaban fuera de las fronteras nacionales: la Comisi¨®n Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional¡.¡±. Si disruptiva fue esta aparici¨®n de la Troika, mucho m¨¢s lo est¨¢ siendo la de ese otro actor, en forma de virus, que surge igualmente fuera de las fronteras nacionales y que ahora mismo impide gobernar seg¨²n lo previsto.
Crisis econ¨®micas, sanitarias o ambientales inciden en la idea de incertidumbre que hoy subyace a todo intento de planificaci¨®n, y obliga a todos los actores pol¨ªticos a hacer un esfuerzo por leer el momento y replantearse su papel. De ah¨ª que sea m¨¢s importante que nunca distinguir los medios de los fines. Analizar d¨®nde se quiere llegar con la mayor precisi¨®n y hacer gala de una enorme cintura ¡ªla versi¨®n cl¨¢sica de la actual resiliencia¡ª para adaptar los medios a la situaci¨®n. Esto implica desaf¨ªos te¨®ricos como el cuestionable car¨¢cter contractual del programa electoral cuando lo sobrevenido hace inviable su cumplimiento, la mayor dificultad de la rendici¨®n de cuentas y la obligaci¨®n tanto del gobierno como de la oposici¨®n de repensar su rol.
En este contexto donde cada cual ha de leer el momento y buscar su sitio, el Gobierno de coalici¨®n, gracias a tensiones internas, ha explotado ¡ªconsciente o inconscientemente¡ª, las contradicciones de los dem¨¢s, y se sit¨²a el centro del tablero pol¨ªtico dej¨¢ndose querer. Nacionalistas vascos compiten entre s¨ª obtener mayores r¨¦ditos, ERC no le hace feo al acuerdo con el Gobierno (de Espa?a), y Ciudadanos apura los tiempos sin renunciar a ser el elegido. La aprobaci¨®n de los PGE, que hace unos meses se antojaba una odisea, hoy resulta una coreograf¨ªa de cortejos m¨²ltiples, desplegando nuevas narrativas.
El relato de nuestra democracia se inici¨® con la necesidad de acuerdo en la Transici¨®n; atraves¨® momentos de inestabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica que pusieron a prueba la firmeza de las convicciones democr¨¢ticas; dej¨® ver sus carencias en la crisis financiera; y dio lugar a un nuevo sistema de partidos que ha alumbrado el primer gobierno de coalici¨®n. Hoy, lo inesperado obliga a ensayar nuevas f¨®rmulas y a usar nuevas palabras.
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