Venezuela en los tiempos de Biden

Biden llega a la Casa Blanca con un conocimiento de Am¨¦rica Latina superior al de su antecesor. Como vicepresidente de Obama fue el principal responsable de atender la relaci¨®n con los Gobiernos latinoamericanos, raz¨®n por la cual realiz¨® 13 largas giras por pa¨ªses de la regi¨®n. En su arquitectura figura la reapertura de la embajada en La Habana. Biden ha dicho que reanudar¨¢ relaciones con Cuba y esto abre una ventana para avanzar hacia una soluci¨®n pol¨ªtica del conflicto venezolano. Veamos qu¨¦ se puede esperar una vez que Biden asuma la presidencia.

Sobre Nicol¨¢s Maduro. Joe Biden considera a Maduro un dictador, ha hecho declaraciones duras contra el r¨¦gimen y critic¨® a Trump por no haber sido m¨¢s eficaz. Lejos de relajar la l¨ªnea dura contra Miraflores, la puede tensar a¨²n m¨¢s. Pero Biden no tiene apuros con Venezuela. Su primera prioridad no ser¨¢ sacar a Maduro. Tiene otras urgencias que atender. En el corto plazo, lo m¨¢s probable es que siga la inercia de la actual pol¨ªtica, mantendr¨¢ su rechazo a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre y esto sentencia una Asamblea Nacional (AN) que no ser¨¢ reconocida por Estados Unidos ni por los 50 Gobiernos que acompa?aron a Trump en el desconocimiento de las presidenciales del 20 de mayo de 2018 y se sumaron a la aventura de reconocer a Guaid¨® como interino.

Sobre Juan Guaid¨®. Ante los cuestionamientos en el G4 al liderazgo de Guaid¨® y la propuesta del partido Primero Justicia de alternar la presidencia del Gobierno interino, es poco probable que Biden mantenga el reconocimiento a Guaid¨®. Mucho menos si este se instala en el exilio y se a¨ªsla del pa¨ªs para vivir de las cuentas de PDVSA y el BCV, cuya administraci¨®n le fueron cedidas por Trump. Biden seguramente invertir¨¢ el orden del mantra de Guaid¨® y ¡ªen vez de insistir en el cese a la usurpaci¨®n¡ª concentrar¨¢ su esfuerzo en negociar elecciones cre¨ªbles de un nuevo Gobierno, sin tener que forzar la renuncia de Maduro ni instaurar un Gobierno de transici¨®n, tal como se plantea en el Marco Democr¨¢tico presentado por Mike Pompeo.

Sobre la oposici¨®n. Biden apoyar¨¢ una oposici¨®n que gaste la suela y sude la camiseta recorriendo el pa¨ªs para construir una posici¨®n de fuerza que sea reconocida y respetada por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Su estrategia se enfocar¨¢ en mejorar las condiciones electorales con vistas a los pr¨®ximos comicios de gobernadores y alcaldes, en los que la oposici¨®n estar¨¢ obligada a capitalizar electoralmente el descontento nacional, acumular fuerzas y recuperar espacios de resistencia. Si la estrategia de Biden es que Maduro entregue el poder una vez haya sido vencido en unas elecciones libres, su mira estar¨¢ puesta en el referendo revocatorio que puede activarse a partir de enero de 2022, cuando se cumple la mitad del periodo. Biden tiene un a?o para lograr este objetivo. A Trump se le fueron dos a?os apoyando el interinato de Guaid¨® y no logr¨® sacar a Maduro de Miraflores.

Sobre las sanciones. Con Biden nadie apuesta por el endurecimiento de las sanciones, pero tampoco hay certeza de que decida levantarlas sin condiciones. En vez de repetir la actuaci¨®n unilateral de Trump, tratar¨¢ de coordinar con la Uni¨®n Europea tras el objetivo com¨²n de negociar unas elecciones limpias. Esto lo puede facilitar Biden condicionando el levantamiento de las sanciones a mejoras en las garant¨ªas electorales y estimulando la participaci¨®n de la oposici¨®n, a¨²n con Maduro en el poder. Mientras este canje no se concrete, no se levantar¨¢n las sanciones vigentes ni se aplicar¨¢n otras nuevas.

Maduro tambi¨¦n juega. Al r¨¦gimen le conviene el canje de sanciones por condiciones electorales. Tambi¨¦n le conviene aliviar la carga de gobernaciones y alcald¨ªas que ya no puede mantener. Le conviene incluso privatizar empresas p¨²blicas deficitarias que se han convertido en un permanente foco de conflicto sindical. La descentralizaci¨®n y la privatizaci¨®n ser¨¢n parte del cat¨¢logo que Maduro ofrecer¨¢ en este proceso de negociaci¨®n, a cambio de levantar las sanciones que permitan recuperar la producci¨®n petrolera y generar las divisas que el Gobierno central administra.

Apertura econ¨®mica. Ni PDVSA ni el Estado tienen recursos financieros y por eso Maduro se abre a la inversi¨®n privada. A fin de sumar a las grandes corporaciones estadounidenses al lobby para flexibilizar las sanciones, lanza la Ley Antibloqueo y ofrece a la inversi¨®n extranjera un mayor porcentaje de participaci¨®n accionarial en las empresas mixtas de la Faja Petrol¨ªfera y del Arco Minero.

Biden genera muchas expectativas pero tambi¨¦n muchos interrogantes. Una negociaci¨®n directa entre la Casa Blanca y Miraflores puede abrir nuevas v¨ªas para una mayor participaci¨®n de las fuerzas pol¨ªticas y la sociedad civil en el proceso de democratizaci¨®n, que no se lograr¨¢ de la noche a la ma?ana, sino que se conquistar¨¢ al calor de un largo proceso de graduales y paulatinos avances.

V¨ªctor ?lvarez R. fue ministro de Industrias con Hugo Ch¨¢vez, es investigador y Premio Nacional de Ciencias, actualmente dirige el proyecto Pedagog¨ªa Econ¨®mica.