Datos europeos
La UE debe recuperar el tiempo perdido en la creaci¨®n de nubes y la transici¨®n digital
El impulso a la digitalizaci¨®n es una de las apuestas estrat¨¦gicas esenciales de la nueva Comisi¨®n Europea. Trata de recuperar el tiempo perdido durante demasiados a?os de inhibici¨®n y de una malentendida austeridad que ha dejado a la regi¨®n muy rezagada de las transformaciones que se est¨¢n operando de la mano de esas tecnolog¨ªas. El valor de los datos es una de las m¨¢s importantes. Constituyen la materia prima esencial no solo de la actividad empresarial, sino de la mejora de servicios p¨²blicos, desde la medicina hasta la calidad de la vida en las ciudades o la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Mientras Europa gestionaba de forma cuestionable la crisis financiera anterior, EE UU y China avanzaban en sus posiciones de dominio de esas tecnolog¨ªas. En inteligencia artificial y en anal¨ªtica de datos son hoy las grandes empresas estadounidenses las que mantienen un liderazgo absoluto y con un poder de mercado excesivo. Aunque tarde, hacen bien las autoridades europeas en procurar que los datos de los ciudadanos europeos, su almacenamiento, la utilizaci¨®n o su intercambio no queden exclusivamente bajo el control de empresas no europeas. En mayor medida cuando la experiencia muestra que es un terreno que tampoco escapa a las guerras comerciales o tecnol¨®gicas entre pa¨ªses. Bajo esas pretensiones gen¨¦ricas, de oxigenaci¨®n competitiva, pero tambi¨¦n de reducci¨®n de la dependencia de empresas extranjeras que adem¨¢s procuran minimizar el cumplimiento de sus obligaciones fiscales en Europa, la Comisi¨®n ha lanzado una nueva legislaci¨®n tendente a la creaci¨®n de un mercado ¨²nico de los datos.
M¨¢s all¨¢ de la necesidad de conseguir una mayor distribuci¨®n de los multimillonarios ingresos generados en la industria, pero concentrados fundamentalmente en las grandes empresas estadounidenses, en esa nueva legislaci¨®n se propone la creaci¨®n de intermediarios que garanticen su neutralidad y transparencia en la gesti¨®n y que impidan la venta de datos personales o empresariales sin conocimiento del titular de los mismos. Una actividad que tendr¨¢ que estar meridianamente diferenciada de la que llevan a cabo los dem¨¢s operadores, ya sean procesadores o almacenadores. Todo ello con el fin de garantizar la protecci¨®n y el control de los ciudadanos y de las empresas de sus datos, adem¨¢s de que su utilizaci¨®n se ajustara a los valores y derechos europeos.
Las inversiones necesarias en infraestructuras, en la potenciaci¨®n de nubes europeas y en conocimiento pueden conseguir que ese prop¨®sito de juego limpio y respeto a los derechos est¨¦ acompa?ado de la necesaria capacidad competitiva de las empresas europeas. El encaje con esa transici¨®n digital amparada en el fondo NextGeneration deber¨ªa ser una raz¨®n adicional para conseguir esos muy razonables prop¨®sitos de la Comisi¨®n.
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