Esquivar el chantaje
La UE acierta en activar un mecanismo para sortear sin concesiones el veto de Polonia y Hungr¨ªa
La Comisi¨®n Europea inici¨® el mi¨¦rcoles la estrategia para esquivar el chantaje de los Gobiernos de Viktor Orb¨¢n y Mateusz Morawiecki, que mantienen bloqueados desde hace semanas el marco presupuestario de la UE para el periodo 2021-2027 y el Fondo Europeo de Recuperaci¨®n. Bruselas ha advertido de que dispone de alternativas que ¡°se pueden aplicar r¨¢pidamente¡± para poner en marcha el fondo sin contar con Hungr¨ªa ni con Polonia.
La amenaza, a solo una semana de la cumbre europea en la que se espera que Budapest y Varsovia dejen de utilizar el fondo como reh¨¦n, deja claro a los dos socios que la UE no se va a resignar a un impasse presupuestario que agravar¨ªa a¨²n m¨¢s la crisis econ¨®mica por la pandemia. Hace bien la Uni¨®n en no dejarse intimidar por dos Estados miembros que, adem¨¢s, figuran entre los principales beneficiados de las ayudas comunitarias.
El veto de Hungr¨ªa y Polonia es un instrumento que forma parte de los m¨¦todos de negociaci¨®n en Bruselas. Nada que objetar, por tanto, al derecho de esos dos pa¨ªses a reservarse su voto favorable en una cuesti¨®n que debe ser decidida por unanimidad. Pero la pr¨¢ctica habitual en la Uni¨®n, que Budapest y Varsovia deben conocer muy bien despu¨¦s de casi 17 a?os como socios, es no esgrimir el derecho de veto m¨¢s que en ocasiones excepcionales. Y, sobre todo, no aprovecharlo para obtener concesiones en una negociaci¨®n paralela.
Orb¨¢n y Morawiecki supeditan su apoyo a los Presupuestos a la retirada de una iniciativa que permitir¨¢ suspender los fondos a los pa¨ªses donde se fragilice el Estado de derecho. Esa norma se aprueba por mayor¨ªa cualificada, sin posibilidad de derecho de veto para nadie, y estos dos pa¨ªses han intentado frenarla con argumentos desmontados por el resto de socios como falsos o infundados. Han acusado a las instituciones europeas, a las que se refieren como entes ajenos a su propio ordenamiento jur¨ªdico, de tenderles una celada para cortarles los fondos como castigo por sus posiciones pol¨ªticas. Aseguran que esta regulaci¨®n viola el Tratado. O que permitir¨¢ a la Comisi¨®n extralimitarse en sus competencias.
El resto de socios ha invitado a Budapest y a Varsovia a plantear ante los servicios jur¨ªdicos de la UE sus presuntas dudas o a recurrir ante el Tribunal de Justicia europeo. Pero ambos han renunciado a esa v¨ªa conscientes de que sus reclamaciones tienen pocos visos de prosperar y han optado por bloquear unas cuentas que, ahora m¨¢s que nunca, esperan con impaciencia cientos de millones de ciudadanos y empresas, desde agricultores a estudiantes Erasmus o investigadores; desde el sector hospitalario (prioritario en el nuevo marco) al tecnol¨®gico o el medioambiental. Los l¨ªderes europeos no deben permitir que unos chantajistas frustren tantas expectativas.
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