Tuk?¡¯y. La universalidad de las lenguas
Decir que una lengua es universal sirve m¨¢s bien para disfrazar prejuicios que siguen reproduciendo la idea de que hay unas mejores que otras
Frecuentemente ciertos prejuicios ling¨¹¨ªsticos que duermen pl¨¢cidamente entre nuestros sistemas de creencias despiertan furibundos sobre todo cuando los convoca un Premio Nobel de Literatura. M¨¢s all¨¢ de lo insostenibles que pueden ser las ideas esgrimidas por Mario Vargas Llosa en su ¨²ltima columna, preocupa que muchas de ellas se encuentran muy generalizadas y juegan en contra de la diversidad ling¨¹¨ªstica que en la actualidad se encuentra m¨¢s amenazada que nunca. Diversos especialistas en el tema coinciden que en los pr¨®ximos cien a?os habr¨¢ desaparecido aproximadamente la mitad de los m¨¢s de seis mil idiomas que se hablan en el mundo. Desalienta que muchos de los prejuicios ling¨¹¨ªsticos, que no resisten a un m¨ªnimo an¨¢lisis serio, sean utilizados por muchos intelectuales cuyo trabajo se centra en el lenguaje. Su cercan¨ªa con la literatura y con la lengua supondr¨ªa una sensibilidad m¨¢s desarrollada que les permitir¨ªa desarticular ideas err¨®neas sobre el lenguaje, pero en muchas ocasiones nos han demostrado que trabajar con la lengua no implica conocerla.
Una de las ideas m¨¢s socorridas en la defensa de lenguas hegem¨®nicas, que por cierto no necesitan ser defendidas, es su supuesta universalidad. Hace algunos a?os, el fil¨®sofo y escritor Jaime Labastida, en ese momento, director de la Academia Mexicana de la Lengua utiliz¨® el argumento de la universalidad del espa?ol, en contraposici¨®n a las lenguas ind¨ªgenas a las que caracteriz¨® de lenguas suscritas solo al ¨¢mbito de lo local, para sostener la necesidad de que el espa?ol fuera caracterizada legalmente como la lengua oficial de M¨¦xico. En este pa¨ªs no existe a la fecha ninguna lengua oficial dentro de su marco legal aunque el espa?ol lo sea de facto; lo mismo sucede con Estados Unidos en donde, a nivel federal, ni el ingl¨¦s ni ninguna otra lengua es considerada la lengua oficial del pa¨ªs. Es m¨¢s, de las seis mil lenguas en el mundo, solo ochenta, aproximadamente, son legalmente lenguas oficiales en alg¨²n pa¨ªs del mundo. En la campa?a emprendida por Jaime Labastida para promulgar el espa?ol como la lengua oficial de M¨¦xico, su supuesta universalidad fue un argumento frecuentemente presentado y no es extra?o escuchar esta caracter¨ªstica en la extra?a defensa que se hace de idiomas como el espa?ol o el ingl¨¦s.
Pero, ?a qu¨¦ se refieren cuando dicen que una lengua es universal? Las personas que utilizan este argumento, actualizan la vieja falacia de sostener la existencia de lenguas primitivas y lenguas civilizadas; aunque utilizan un nombre distinto se trata del mismo prejuicio y en general nunca explican a qu¨¦ se refieren exactamente cuando hablan de la universalidad de una lengua. En ciertas argumentaciones una lengua es universal porque tiene el universo l¨¦xico para describir muchos fen¨®menos, ideas, procesos y objetos que no tienen otras lenguas, lenguas que tienen palabras para la tecnolog¨ªa y fen¨®menos contempor¨¢neos. Esto no puede sostenerse dados que todas las lenguas tienen mecanismos de creaci¨®n l¨¦xica que se van adaptando a las nuevas realidades por nombrar; palabras como ¡°computadora¡± o ¡°internet¡± no han existido siempre en el inventario l¨¦xico del espa?ol ni sus correspondientes en ingl¨¦s; estas palabras fueron creadas para nombrar nuevos referentes y esta facultad la poseen absolutamente todas las lenguas del mundo por lo que, en lenguas como el ayuujk, mi lengua materna, los neologismos tambi¨¦n se van creando por medio de m¨²ltiples mecanismos muy interesantes y el ¨¦xito de estas nuevas palabras depende de que la comunidad de hablantes las vaya popularizando. Adem¨¢s del l¨¦xico, existen otros mecanismos gramaticales que las lenguas utilizan para comunicar lo necesario de modo que, lo que en mixe se puede describir con una sola palabra, en espa?ol se necesitar¨¢ de una larga oraci¨®n y viceversa. En resumen, no hay nada de lo que no se pueda hablar en alguna lengua del mundo, sea utilizando l¨¦xico u otros mecanismos gramaticales para predicar lo que sea necesario, nada humano le es ajeno a cada uno de los idiomas en este planeta. La idea de la universalidad de algunas las lenguas frecuentemente se contrasta con el car¨¢cter local de las lenguas ind¨ªgenas; en una de las defensas de Jaime Labastida para hacer del espa?ol la lengua oficial de M¨¦xico, describi¨® a las lenguas ind¨ªgenas como lenguas que est¨¢n suscritas al ¨¢mbito de lo local como si el hecho de que el mixe se hablara sobre todo en una regi¨®n de Oaxaca impidiera que en esta lengua yo pueda hablar de zombies, de la historia de Jap¨®n, de nanociencia o de la biograf¨ªa del fot¨®grafo sudafricano Kevin Carter como he comprobado en muchas ocasiones.
Otra idea asociada a la universalidad de las lenguas se relaciona claramente con el n¨²mero de hablantes; seg¨²n dice Vargas Llosa en su columna, el espa?ol es superado solo por el ingl¨¦s y aunque el chino mandar¨ªn tambi¨¦n tiene muchos hablantes ¨¦ste deja de serlo porque, en sus palabras, es un idioma ¡°demasiado complicado¡±. La complejidad de las lenguas, sabemos, es relativa, para un hablante de tibetano ser¨¢ menos complicado el mandar¨ªn que el espa?ol porque el mandar¨ªn pertenece a la misma familia ling¨¹¨ªstica que el tibetano, mientras que el espa?ol para un hablante de italiano ser¨¢ m¨¢s sencillo que el mandar¨ªn por que ambas son lenguas romances. Cada lengua tiene aspectos de complejidad distintos que otras, unas tendr¨¢n un gran inventario de fonemas, otras sistemas de conjugaci¨®n m¨¢s intrincados y as¨ª con cada subsiste de la gram¨¢tica; la complejidad no puede relacionarse con la supuesta universalidad.
Por otro lado, el asunto del n¨²mero de hablantes tambi¨¦n es bastante enga?oso pues es imposible fijar un n¨²mero concreto a partir del cu¨¢l un idioma se vuelve una lengua ¡°universal¡±, ser¨ªa tan absurdo como decir: a partir del hablante 432.000, con un hablante menos ya no es posible considerarla universal. El n¨²mero de hablantes de una lengua puede fluctuar por muchas razones hist¨®ricas y pol¨ªticas; el yoruba, una lengua ind¨ªgena hablada en el continente africano tiene el doble de hablantes que los que hablan sueco y dan¨¦s juntos, la diferencia entre lenguas ind¨ªgenas y lenguas hegem¨®nicas no est¨¢ relacionado con el n¨²mero de sus hablantes sino con el estatus pol¨ªtico que los estados naci¨®n les han otorgado.
Por otra parte, el hecho de que una lengua tenga un gran n¨²mero de hablantes o sea utilizada como lengua franca o vehicular que se adopta para comunicar en contextos multiling¨¹es no significa que haya algo en su funcionamiento que la haga mejor que otras para esa tarea sino m¨¢s bien tienen que ver con asuntos sociales, geogr¨¢ficos, hist¨®ricos y pol¨ªticos. Una lengua hablada en una regi¨®n puede convertirse en lengua franca y con el paso de los a?os dejar de serlo cuando las circunstancias hayan cambiado. El hecho de que el espa?ol sea ahora la lengua con m¨¢s hablantes en M¨¦xico no tiene que ver con que sea mejor que otras como sistema ling¨¹¨ªstico si no con que fue la lengua elegida como lengua de Estado por una minor¨ªa con poder, hace apenas doscientos a?os, el espa?ol no era la lengua m¨¢s hablada ni siquiera en este pa¨ªs y el hecho de que ahora lo sea se relaciona lamentablemente con una serie de terribles violencias que desde el Estado se implementaron en contra de la mayor¨ªa hablante de lenguas ind¨ªgenas. Antes de ser el espa?ol, el n¨¢huatl fue la lengua vehicular de estos territorios y despu¨¦s, en un futuro, podr¨ªa ser otra lengua distinta sin que eso signifique que el espa?ol se convierta en una lengua menos valiosa, compleja o apta para hablar del universo por dejar de ser una lengua franca. Decir que una lengua es universal no tiene ning¨²n sustento objetivo y sirve m¨¢s bien para disfrazar prejuicios que siguen reproduciendo la idea de que hay lenguas mejores que otras. Y no.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.