Un arma cargada de futuro

Ya sabemos qui¨¦n tiene m¨¢s poder que el presidente de Estados Unidos. M¨¢s poder que el Congreso, el fiscal general o el FBI. M¨¢s poder que The New York Times, The Washington Post y las grandes cadenas de televisi¨®n todos juntos.

Desde el viernes lo sabemos, cuando Jack Dorsey decidi¨® quitarle a Donald Trump el principal instrumento de su poder, su cuenta de Twitter, a la que siguen 88 millones de personas. El presidente de la compa?¨ªa tecnol¨®gica tom¨® la decisi¨®n despu¨¦s de no pocas consultas internas y la dio a conocer a trav¨¦s del blog que mantiene la red social en un texto que parece una sentencia judicial, aunque nada dice sobre el procedimiento, los jueces y la eventual consideraci¨®n de los argumentos del acusado.

Al presidente se le condena como reo del delito digital de exaltaci¨®n de la violencia, tipificado en el c¨®digo publicado por Twitter en marzo de 2019, redactado por la empresa, se supone que despu¨¦s de un debate interno entre sus dirigentes. Es sin duda un severo golpe pol¨ªtico para Trump, que se adelanta a cualquiera de las otras iniciativas de destituci¨®n que est¨¢n en marcha.

No es exactamente la poes¨ªa, como quer¨ªa el poeta, el arma cargada de futuro que est¨¢ modificando ya no la acci¨®n pol¨ªtica, sino incluso las formas de distribuci¨®n de poder. Son las redes sociales y m¨¢s concretamente, esa herramienta que aparece en manos de todos los manifestantes e incluso de los asaltantes de todos los parlamentos e instituciones, desde la primavera ¨¢rabe hasta el asalto al Capitolio pasando por los gilets jaunes, los Indignados o el Tsunami Democr¨¢tico catal¨¢n.

Con el tel¨¦fono m¨®vil en la mano, gan¨® Trump las primarias republicanas, despu¨¦s consigui¨® entrar en la Casa Blanca, luego ha desgobernado Estados Unidos y el mundo durante cuatro a?os y ahora pretend¨ªa perpetuarse, perpetrando un golpe para forzar al Congreso a su elecci¨®n antidemocr¨¢tica gracias a un procedimiento excepcional, incluso con el auxilio del Ej¨¦rcito.

Las grandes tecnol¨®gicas le han demostrado a Trump qui¨¦n tiene m¨¢s poder que ¨¦l. Tambi¨¦n los asaltantes, primero regocijados con los selfis y los v¨ªdeos hist¨®ricos de sus barbaridades, se est¨¢n dando cuenta ahora de que hab¨ªan colgado de la nube las pruebas judiciales para su detenci¨®n y condena.

Hay que ir con mucho cuidado al manejar esa arma con tanto futuro, porque es una espada de dos filos.