El capitolio y nosotros
Claro que hay factores conexos entre el asalto y algunos de nuestros sucesos pol¨ªticos instigados ¡®desde arriba¡¯: ?cuidado con la desobediencia! Tambi¨¦n diferencias esenciales: la violencia con resultado de muerte. Olvidarlo es trivializar
Los intentos de trivializar el golpe al Capitolio del d¨ªa de Reyes son funestos. Por inexactos, desarman a la defensa de la democracia, que requiere precisi¨®n y proporci¨®n. Se realicen rebaj¨¢ndolo a la categor¨ªa de kermesse folcl¨®rica (que tambi¨¦n la hubo) o equipar¨¢ndolo a cualquier manifestaci¨®n o desorden p¨²blico (muchos de ellos pueden exhibir elementos de conexi¨®n).
Quien mejor se aproxim¨® a la gravedad del asalto fue el presidente Joe Biden: ¡°Esto no es una protesta; es una insurrection¡±: tipificada en el C¨®digo de EE UU, t¨ªtulo 18, secci¨®n 2383. Esa conducta, tambi¨¦n definida como rebellion, consiste en un ataque muy severo a la autoridad o la ley, y se aproxima a nuestra sedici¨®n: se castiga con hasta 10 a?os de c¨¢rcel. Es menos grave que su conspiraci¨®n sediciosa (seditious conspiracy, secci¨®n 2384) ¡ªparecida a nuestra rebeli¨®n¡ª penada con hasta 20 a?os.
El golpe parece contener, a la vez, los tres posibles elementos del tipo delictivo de la conspiraci¨®n sediciosa: un intento de derrocar al Gobierno (entrante), o de impedir la aplicaci¨®n de la ley (electoral), o de apropiarse de propiedades p¨²blicas (la sede del Parlamento). Y los dos requisitos modales: ser realizado por un m¨ªnimo de dos personas (hubo m¨¢s) y mediar violencia (abundante, y con resultados mort¨ªferos). El quid de la prueba es demostrar que hubo conspiraci¨®n para esa violencia: organizaci¨®n, coordinaci¨®n, incitaci¨®n, complicidad, log¨ªstica. La intrusi¨®n en el Capitolio fue mucho m¨¢s que una movida espont¨¢nea.
Los golpes de Estado 2.0 arrancan de una larga secuencia, que incluye las noticias falsas, la ret¨®rica incendiaria anti¨¦lite, su s¨ªntesis simplona y deformadora en Internet, la destrucci¨®n del rival (y su degradaci¨®n a enemigo), la erosi¨®n de la divisi¨®n de poderes, el acoso personal, el asalto f¨ªsico a las instituciones...
La secuencia gubernamental inmediatamente previa arranca de la desobediencia y desacato de Donald Trump a m¨¢s de 50 resoluciones de la justicia (incluidas varias, un¨¢nimes, del Tribunal Supremo que reconfigur¨®), sigue con la incitaci¨®n expl¨ªcita al acoso y culmina con la sospechosa paralizaci¨®n de la Guardia Nacional, en contraste con lo arbitrado en otras ocasiones.
Claro que hay factores conexos entre lo del Capitolio y algunos de nuestros sucesos pol¨ªticos instigados desde arriba: ?cuidado con la desobediencia! Tambi¨¦n diferencias esenciales: la violencia con resultado de muerte. Olvidarlo es trivializar.
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