El trumpismo m¨¢s all¨¢ de Trump
El personaje, ahora vencido por sus obstinados desprop¨®sitos y la resiliencia de las instituciones democr¨¢ticas, dejar¨¢ en breve las luces de la escena; pero la desestabilizaci¨®n encarnada y trabada por ¨¦l sobrevivir¨¢
Asombra, en el caso de la intrusi¨®n de Donald Trump en el escenario pol¨ªtico, la extrema dificultad de definir su concepto. Todo se ha dicho sobre ¨¦l, sin llegar a abrazar la polisemia del personaje. Soci¨®pata, narcisista, reaccionario c¨ªnico, mentiroso compulsivo, provocador nato, manipulador criminal, partidario de la injusticia a escala mundial, fascista a lo Mussolini, y mil otras definiciones improbables y ciertas a la vez. Encarna la ¡°tormenta perfecta¡±, eso s¨ª, para un sistema democr¨¢tico que es capaz de albergar en su seno figuras autoritarias que personifican el mal com¨²n. Salvo para los 74 millones de ciudadanos que apostaron por su visi¨®n del mundo, o para la gran mayor¨ªa del Partido Republicano que lo ha respaldado, e incluso, probablemente, para otros millones de personas que, fuera de EE UU, perciben a un magnate como h¨¦roe de la lucha de los pueblos contra las ¨¦lites, una figura emblem¨¢tica de la confrontaci¨®n entre las v¨ªctimas de la dominaci¨®n del capital y los que los dominan por doquier. Una perversi¨®n de la verdad filtrada por redes sociales y llevada al paroxismo.
Quiz¨¢s el mejor acercamiento al fen¨®meno Trump, y a su legado en el vocabulario pol¨ªtico, no se halle en la persona concreta, sino en una corriente, un hilo transversal anejo a todo sistema pol¨ªtico, en especial, al imperfecto sistema democr¨¢tico: una tendencia neur¨®tica-fascista siempre latente en las democracias, que puede brotar en condiciones propicias o mantenerse escondida colectivamente en situaciones de respiraci¨®n normal del v¨ªnculo social. Una corriente que se pone de relieve, por ejemplo, m¨¢s all¨¢ de la proliferaci¨®n de los partidos de extrema derecha, en nost¨¢lgicos militares protogolpistas, en el comportamiento arbitrario de algunas fuerzas policiales, en el aliento del odio ¨¢cido contra el otro dentro de la sociedad civil, etc. Factores e idearios que hacen, a su vez, posible ver emerger una figura trumpista dentro del espectro pol¨ªtico. ¡°Vamos al Capitolio y estar¨¦ con vosotros¡±, proclam¨® airado el todav¨ªa presidente a viva voz el d¨ªa 6, dirigi¨¦ndose a partidarios fanatizados para impedir el reconocimiento del vencedor de las elecciones m¨¢s democr¨¢ticas de la historia de EE UU. Y hubo violencia, y muertos.
El personaje, ahora vencido por sus obstinados desprop¨®sitos y la resiliencia de las instituciones democr¨¢ticas, dejar¨¢ en breve las luces de la escena; pero la desestabilizaci¨®n encarnada y trabada por ¨¦l sobrevivir¨¢. Son millones los creyentes de la salvaci¨®n trumpista ¡ªsin contar con un partido republicano corresponsable de un comportamiento criminal perturbador del orden constitucional¡ª en un mundo que sigue hostigado por las desigualdades, la ausencia de esperanza social, la rabia leg¨ªtima de los excluidos y marginados. El trumpismo no es solo un movimiento pol¨ªtico de un fan¨¢tico multimillonario y experto en comunicaci¨®n desinhibida por redes sociales. Es, ante todo, el fruto de una cosmovisi¨®n latente, lista para ser manipulada y encumbrada, que embarca todas las frustraciones albergadas en democracias enfermas. Desaparece el payaso, queda su huella.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.