Las personas dependientes nos necesitan a¨²n m¨¢s
Aunque los Presupuestos recogen un incremento, el gasto en Dependencia resulta muy modesto
Los Presupuestos Generales del Estado recogen un incremento del 34,4% en la partida destinada a reforzar los servicios de atenci¨®n a la dependencia. Un aumento que, sin lugar a dudas, se trata de una muy buena noticia. Pero no lancemos las campanas al vuelo.
El gasto p¨²blico en Dependencia resulta muy modesto si se compara con las necesidades de cuidados de la poblaci¨®n. Por ello, desde el Consejo Econ¨®mico y Social de Espa?a (CES) hemos solicitado a las Administraciones P¨²blicas que redoblen sus esfuerzos para aumentar sustancialmente la financiaci¨®n del Sistema para la Autonom¨ªa y Atenci¨®n a la Dependencia (SAAD) frente a las debilidades ya preexistentes a la pandemia y que el coronavirus ha evidenciado.
Ciertamente resulta complejo saber a ciencia cierta el gasto real en atenci¨®n a la Dependencia. Por ello, convendr¨ªa desarrollar un sistema com¨²n de informaci¨®n contable del SAAD. Dicho lo cual, y pese a que habr¨ªa que aprovechar los fondos europeos para mejorar el Sistema de Atenci¨®n a la Dependencia, no s¨®lo es cuesti¨®n de financiaci¨®n.
En este contexto, el CES pide alinear el sistema sanitario y el de atenci¨®n a la dependencia para reforzar la lucha contra el virus, m¨¢xime teniendo en cuenta que la falta de coordinaci¨®n ha sido uno de los principales agravantes de la pandemia.
Frente a ello, este ¨®rgano consultivo del Gobierno ha elaborado el informe sobre el Sistema de Promoci¨®n de la Autonom¨ªa Personal y Atenci¨®n a las Personas en Situaci¨®n de Dependencia, que insta a integrar la perspectiva de g¨¦nero y a superar las desigualdades existentes entre territorios, para lo que habr¨ªa que desarrollar la red de servicios sociosanitarios en la Espa?a rural.
En nuestro pa¨ªs m¨¢s de un mill¨®n de personas han solicitado estos servicios. Y los datos resultan demoledores, puesto que durante el primer semestre del desgraciado a?o 2020, m¨¢s de 32.000 personas fallecieron en las listas de espera de la dependencia (20.413 dependientes con derecho y 11.622 pendientes de valorar).
Por otra parte, en Espa?a el volumen de mayores de 65 a?os pasar¨¢ de representar el 19,6% de la poblaci¨®n en 2020 al 26,5% en 2035. Sin embargo, el CES llama a superar la visi¨®n edadista, puesto que el 6% de la poblaci¨®n espa?ola dependiente es menor de edad.
Y hablando de visiones, aunque todo dependa de la lente con que se mire, lo cierto es que este colectivo ha sido y es una de las principales v¨ªctimas de la pandemia. Porque si los confinamientos y las restricciones pueden hacer mella a nivel psicol¨®gico y social, la p¨¦rdida de contacto f¨ªsico y las consecuencias emocionales en las personas dependientes que permanecen en sus hogares y han dejado de recibir servicios o no han logrado acceder a ellos resultan especialmente preocupantes.
Y es que si la creaci¨®n del SAAD supuso un hito muy importante en el sistema de protecci¨®n social espa?ol, ahora urge fortalecerlo para mitigar los graves efectos colaterales del coronavirus.
Para ello, el CES ¡ªcomo uno de sus m¨¢ximos exponentes¡ª defiende el di¨¢logo entre el Gobierno y los interlocutores sociales, que en esta ocasi¨®n ha dado sus frutos a la vista del acuerdo alcanzado en la mesa en materia de Dependencia.
El informe tambi¨¦n advierte del riesgo de ¡°sustituci¨®n¡± de las prestaciones residenciales por cuidados familiares (prestaciones econ¨®micas con coste muy inferior para las administraciones), en un contexto en el que la corriente de preferencia por la ¡°atenci¨®n en el hogar¡± frente a la ¡°institucionalizaci¨®n¡± parece estar cobrando fuerza.
En cualquier caso, el CES pone el acento en la necesidad de mejorar el alcance y la intensidad de la atenci¨®n a domicilio, su profesionalizaci¨®n, y la conveniente mejora de las condiciones laborales en este subsector.
En este sentido, la calidad de las prestaciones no puede separarse de la del empleo. Y ¨¦sta resulta bastante mejorable, como demuestran la alta temporalidad y rotaci¨®n, la escasa duraci¨®n de los contratos, el elevado nivel de tiempo parcial involuntario y el porcentaje de personas ocupadas en el sector que est¨¢n buscando otro trabajo por razones salariales. Frente a ello, el acuerdo del Gobierno con los interlocutores sociales insta a asegurar que las condiciones laborales de las personas que trabajan en el SAAD sean adecuadas.
En paralelo, el informe sugiere evaluar los aspectos del funcionamiento de la contrataci¨®n p¨²blica que puedan revertir en una mejora de la calidad de las prestaciones y en una mayor equidad interterritorial. Sobre todo debido a que la atenci¨®n a la dependencia es una de las vertientes de la protecci¨®n social donde la colaboraci¨®n p¨²blico-privada est¨¢ m¨¢s extendida y a que buena parte de la actividad de las empresas del sector se desarrolla sobre la base del sistema de concierto de servicios.
En definitiva, las dram¨¢ticas consecuencias de la covid-19 deber¨ªan marcar un antes y un despu¨¦s para abordar los cambios necesarios en el sistema para ofrecer a las personas dependientes los servicios que merecen ¡ªy necesitan¡ª ahora m¨¢s que nunca.
Pedro C. Fern¨¢ndez Al¨¦n es presidente en funciones del CES.
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