Las gotas milagrosas del doctor Maduro
El presidente de Venezuela anuncia en televisi¨®n remedios milagrosos sin base alguna contra la covid-19
Uno de mis personajes favoritos del bestiario pol¨ªtico centroamericano es el dictador de El Salvador, el general Maximiliano Hern¨¢ndez Mart¨ªnez, militar y te¨®sofo a la vez. Era un ciego creyente en los poderes de los m¨¦dicos invisibles, por cuyo consejo manten¨ªa en el patio de la casa presidencial decenas de botellas de distintos colores llenas de agua, que expuestas al sol adquir¨ªan facultades sanadoras para cualquier enfermedad, desde la ti?a a la disenter¨ªa. Fue con el agua de una de estas botellas, de color azul, que pretendi¨® curar la apendicitis de un hijo suyo, con resultados fatales. El ni?o muri¨® entre terribles gritos de dolor.
Cuenta tambi¨¦n Roque Dalton en Historias prohibidas de Pulgarcito, que ante una tenaz epidemia de viruela no se le ocurri¨® nada m¨¢s sabio que mandar a forrar en papel celof¨¢n coloreado las farolas del alumbrado p¨²blico, pues matizar la luz el¨¦ctrica era suficiente para matar las bacterias causantes de la peste, que por supuesto sigui¨® creciendo a sus anchas y matando ni?os y adultos, indiferente a las artes m¨¢gicas del presidente de la Rep¨²blica y su corte de m¨¦dicos invisibles.
Hasta donde es conocido, el presidente Nicol¨¢s Maduro no es disc¨ªpulo de los m¨¦dicos invisibles, pero s¨ª de Sathya Sai Baba, de probada naturaleza divina, pues se proclam¨® el mismo en vida avatar del dios Visn¨². Maduro visit¨® a su maestro en el santuario de Puttaparthi en la India, y ahora que ya el gran gur¨² pas¨® a otro plano de vida, a lo mejor desde el m¨¢s all¨¢ es quien le aconseja las pol¨ªticas sanitarias a seguir para enfrentar la pandemia del coronavirus con un gotero.
Para asombro de la comunidad cient¨ªfica internacional, Maduro ha anunciado en cadena de radio y televisi¨®n desde el Palacio de Miraflores, que un genio cient¨ªfico de su confianza, ¡°una mente brillante¡±, cuyo nombre ¡°por el momento se proteger¨¢¡± ha descubierto una medicina milagrosa, m¨¢s potente que ninguna de las vacunas patentadas hasta ahora, para acabar de una vez por todas con la pandemia.
¡°Diez gotitas debajo de la lengua, cada cuatro horas, y el milagro se hace, es un antiviral, muy poderoso, que neutraliza el coronavirus¡±. La p¨®cima ¡°es producto de varios estudios cl¨ªnicos, cient¨ªficos y biol¨®gicos que se extendieron durante nueve meses e incluyeron experimentaci¨®n en enfermos, moderados y graves, que se recuperaron de la enfermedad gracias a estas gotas¡±. Todo, siempre bajo estricto sigilo. La asombrosa panacea, que vendr¨¢ en un frasquito provisto de gotero, se llama Carvativir ¡°mejor conocido como las gotitas milagrosas de Jos¨¦ Gregorio Hern¨¢ndez¡± ha dicho Maduro. Y aqu¨ª la manipulaci¨®n asoma sus peludas orejas.
Este m¨¦dico de los pobres, nacido en 1864, que ha estado por un siglo en los altares populares, santo de una devoci¨®n sincr¨¦tica, seg¨²n me recuerda Ibsen Mart¨ªnez, se gradu¨® en La Sorbona y fue disc¨ªpulo de Claude Bernard, con lo que no fue de ninguna manera un curandero de aguas de colores, sino un cient¨ªfico pionero, de gran esp¨ªritu humanista, quien se entreg¨® de lleno a enfrentar la influenza espa?ola, la pandemia de entonces. Muri¨® atropellado por un autom¨®vil en una calle de Caracas en 1919, mientras corr¨ªa a socorrer un enfermo.
Una figura muy conveniente para endosarle las gotitas milagrosas, pues ser¨¢ beatificado por la iglesia cat¨®lica este a?o, con lo que tendr¨¢ abierta las puertas de la canonizaci¨®n oficial. Santo ya es, de todas maneras, para los miles que le rezan.
La Academia Nacional de Medicina quit¨® toda seriedad al anuncio presidencial de las ¡°goticas milagrosas¡± del doctor Maduro y demand¨® al r¨¦gimen que no desinforme a la poblaci¨®n creando expectativas falsas. ¡°Esta Academia no tiene conocimiento de estudio alguno que demuestre cient¨ªficamente la efectividad de este u otro tratamiento ¡®natural¡¯ para la enfermedad COVID-19¡± advierte en un comunicado. Y agrega: ¡°hacemos un llamado al Gobierno nacional y a la poblaci¨®n en general a no difundir informaci¨®n carente de sustento cient¨ªfico y a acatar las directrices emanadas de la OMS, ya que puede ser contraproducente en una situaci¨®n de pandemia, el generar falsa sensaci¨®n de seguridad en una poblaci¨®n vulnerable, dado lo depauperado de la salud de los venezolanos¡±.
El especialista en salud p¨²blica Jaime Lorenzo, ha advertido que al usarse un recurso m¨¢gico religioso como este ¡°lo m¨¢s seguro es que mucha gente crea en el anuncio y al tomar este medicamento relajen a¨²n m¨¢s las medidas de protecci¨®n y lo que puede ocurrir es que tengamos una mayor cantidad de casos¡±.
Los m¨¦dicos de feria se multiplican en medio de las cat¨¢strofes sanitarias, ofreciendo remedios milagrosos, como ya se puede ver en El diario de la peste, de Daniel Defoe, que narra la plaga mortal que asol¨® Londres hace 350 a?os. La desesperaci¨®n ante la inminencia de la muerte hace que se empiece a creer en el poder curativo de los brebajes de hierbas, del aceite de culebra, o de los sahumerios de azufre.
Lo grave es cuando desde los palacios presidenciales se proclaman las virtudes de las aguas de colores y la luz tamizada de las farolas, como sol¨ªa hacer el general Hern¨¢ndez Mart¨ªnez, o el poder de gotas milagrosas aplicadas debajo de la lengua cuatro veces al d¨ªa, seg¨²n receta el doctor Maduro.
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