La decapitaci¨®n en Yarumal
En el norte de Antioquia y Bajo Cauca antioque?o se libra una guerra a muerte entre el Clan del Golfo y los Caparrapos
Como estaba previsto, el 2021 ser¨¢ un a?o pasado por sangre. En el primer mes se cuentan siete masacres, asesinatos de l¨ªderes sociales, de excombatientes de las FARC, una decapitaci¨®n, secuestros, entre otros hechos violentos. El ¨²ltimo cap¨ªtulo se vivi¨® en el municipio de Yarumal, en el departamento de Antioquia, donde un campesino fue asesinado y luego decapitado. Su cabeza fue dejada para que la comunidad la viera. En la regi¨®n del norte de Antioquia y Bajo Cauca antioque?o se libra, desde hace tres a?os, una guerra a muerte entre dos organizaciones criminales: El Clan del Golfo y los Caparrapos o Bloque Virgilio Peralta.
La historia de esta guerra y el papel que ha jugado el Estado colombiano es el reflejo de la violencia que azota a varias regiones del pa¨ªs. El Clan del Golfo y el Bloque Virgilio Peralta fueron socios durante muchos a?os. Su nacimiento se liga a la desmovilizaci¨®n paramilitar, son grupos que podr¨ªan ser denominados disidencias paramilitares. Entre 2006 y 2010 estos dos grupos ganaron la guerra a otros grupos posdesmovilizaci¨®n paramilitar como Los Paisas, quienes fueron el brazo armado de la Oficina o antigua Oficina de Envigado; tambi¨¦n le ganaron la guerra a los Rastrojos y una serie de grupos locales y regionales.
Sin embargo, desde 2016 las tensiones entre los Caparrapos y el Clan del Golfo comenzaron. La explicaci¨®n es doble. Por un lado, el l¨ªder del Clan del Golfo, Otoniel, hizo acercamientos con el Gobierno colombiano para un proceso de sometimiento a la justicia, lo que incomod¨® a muchos de sus socios, entre esos a los Caparrapos. En segundo lugar, la forma como se distribuyeron para copar los territorios que eran de la entonces guerrilla de las FARC, hoy convertida en partido pol¨ªtico, hizo estallar la guerra. La distribuci¨®n del territorio se hizo con el mecanismo de franquicia; es decir, el Clan del Golfo entregaba zonas que eran de las FARC a diferentes grupos v¨ªa comisi¨®n armada. Si bien en un primer momento la distribuci¨®n funcion¨®, r¨¢pidamente los grupos entraron en confrontaci¨®n y la disputa comenz¨®.
La guerra en principio deb¨ªa ser corta, pero lleva m¨¢s de tres a?os y nadie gana, aunque el Clan del Golfo tiene la ventaja. En todo caso, hay zonas que los Caparrapos controlan fuertemente. Ante la imposibilidad de una victoria de alguno de los dos, la guerra comenz¨® a degradarse, una violencia con altos grados de sevicia para lograr el apoyo de la poblaci¨®n. Adem¨¢s, a todos aquellos que se opon¨ªan a involucrarse en la guerra los mataban. Por ello, fueron asesinados varios l¨ªderes sociales en la zona. Desde 2019 comenzaron los descuartizamientos, decapitaciones y masacres. De hecho, varias cabezas fueron dejadas con letreros a la orilla del r¨ªo Nech¨ª. Una violencia que no se viv¨ªa desde la ¨¦poca paramilitar de los a?os noventa del siglo XX.
Esta violencia degradada se vive en por lo menos seis subregiones del pa¨ªs, y todo parece indicar que no se detendr¨¢ por los pr¨®ximos 18 meses. Tal vez, al final, la violencia baje, pero no ser¨¢ por la eficacia o eficiencia de la pol¨ªtica p¨²blica, sino porque alguno de los bandos ganar¨¢ y, sencillamente, la violencia descender¨¢. Es lo que se conoce como paz mafiosa. Luego, pasar¨¢n dos o tres a?os, hasta que alguien se revele y nuevamente la guerra comenzar¨¢, ese parece ser el ciclo interminable de la violencia en varias regiones del pa¨ªs.
Obviamente, en los momentos que la violencia baje, el presidente, alcalde y gobernador saldr¨¢n a cantar victoria y dir¨¢n que todo se debe a sus buenas pol¨ªticas. En el fondo sabr¨¢n que mienten, como lo han sabido los antecesores. Pero les servir¨¢ para ganar apoyos, votos y aplausos y de pronto, para que los contraten como consultores en otros pa¨ªses y se la pasen de gira dando conferencias sobre como reducir la violencia. Claro est¨¢ que, en las conferencias, nunca dir¨¢n que todo se trat¨® de entregarle el territorio a un grupo criminal.
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