La estrategia diab¨®lica de Bolsonaro del ¡°divide y vencer¨¢s¡±

La estrategia del ¡°divide y vencer¨¢s¡± se remonta al imperio de Roma y la frase es atribuida al emperador Julio C¨¦sar. Fue tambi¨¦n usada por el cristianismo y atribuida a Satan¨¢s, el rey de la discordia y de la divisi¨®n. Tambi¨¦n se adapt¨® a las guerras y a las guerrillas modernas y hasta a las democracias para ganar elecciones. Se trata de crear confusi¨®n para desconcertar y dividir a la sociedad mientras el d¨¦spota se va fortaleciendo.

Ha sido esa la t¨¢ctica de Bolsonaro en la campa?a electoral y ahora en el Gobierno. Si Satan¨¢s es visto como el rey de la mentira, Bolsonaro es el mejor exponente de las noticias falsas, de la mentira sistem¨¢tica para confundir y desconcertar a la poblaci¨®n.

Bolsonaro confundi¨® a la sociedad y la dividi¨® con sus ambig¨¹edades en la gesti¨®n de la pandemia primero quit¨¢ndole importancia, despu¨¦s aconsejando medicamentos que la ciencia y la medicina consideraban ineficaces y hasta peligrosos.

Volvi¨® a dividir a la sociedad sobre la importancia de la vacuna creando una corriente contra ella. Retras¨® as¨ª la adquisici¨®n de la vacuna politiz¨¢ndola. Fuimos uno de los ¨²ltimos pa¨ªses en iniciar el proceso de vacunaci¨®n, la ¨²nica posibilidad para combatir la expansi¨®n de la covid-19 y sus variaciones cada vez m¨¢s contagiosas. Y as¨ª dividi¨® a la sociedad.

Minti¨® descaradamente echando por tierra todas las promesas que hizo durante la campa?a electoral contra la vieja pol¨ªtica y contra la corrupci¨®n que ahora sufre en su propia familia. Se convirti¨® as¨ª en el mayor cruzado en la guerra para acabar con la lucha a favor de la moralidad pol¨ªtico empresarial.

Y donde quiz¨¢s ha quedado m¨¢s clara su estrategia de ¡°divide y vencer¨¢s¡± ha sido en las elecciones de los presidentes de la C¨¢mara y el Senado. Bolsonaro consigui¨® imponer a sus candidatos, pero a costa de dividir y enfrentar a los partidos que salieron maltrechos de la batalla.

Ha sido una jugada que le ha fortalecido en su poder mientras ha desbaratado la posibilidad de crear un frente amplio que pudiera derrotarlo en las presidenciales. Su t¨¢ctica le ha dado resultado porque los partidos han salido maltrechos de la lucha y est¨¢n como cucarachas intentando, por ahora en vano, recoger los escombros de la batalla perdida.

Pero hay m¨¢s. Bolsonaro ha conseguido tambi¨¦n crear ciza?a y confusi¨®n en todas las otras instituciones que aparecen cada d¨ªa m¨¢s divididas y confusas.

Ha sido su t¨¢ctica diab¨®lica de ir contaminando a las instituciones y a la sociedad aprovech¨¢ndose de ello para escapar de las decenas de peticiones de impeachment contra ¨¦l que duermen en el Congreso. Mientras las fuerzas democr¨¢ticas no entiendan la pol¨ªtica de Bolsonaro de dividir para vencer acabar¨¢n devor¨¢ndose entre ellas mientras el d¨¦spota y golpista se va robusteciendo regalando billones de dinero p¨²blico para comprarlos y tenerlos a sus pies.

Habr¨¢ que ver como esa pol¨ªtica de enfrentar unos a otros tendr¨¢ consecuencias en la recuperaci¨®n econ¨®mica de un pa¨ªs que ¨¦l mismo dijo que est¨¢ quebrado y donde las intrigas pol¨ªticas creadas por el presidente aumentan cada vez m¨¢s la pobreza y hasta la miseria.

Ello ha llevado a que la imagen de Brasil aparezca tan da?ada en el mundo desde hace d¨¦cadas. Lo acaba de revelar un estudio realizado por la Consultor¨ªa Curado Asociados, especializada en gesti¨®n de imagen, recogida por el diario O Globo. El estudio ha analizado las informaciones que han dado sobre Brasil los diarios m¨¢s influyentes del mundo. De 1.179 textos publicados en 2020 el 92% han sido negativos y advierten de que Brasil vive una ¡°crisis de reputaci¨®n¡±. El estudio resalta que el Gobierno de Bolsonaro ha sido ¡°incompetente y vulnerable¡±.

Lo que m¨¢s ha contribuido a crear esa imagen negativa ha sido, seg¨²n dicha encuesta, la forma desastrosa con la que Bolsonaro ha conducido la crisis de la pandemia, su pol¨ªtica suicida de la destrucci¨®n de la Amazonia, la crisis econ¨®mica que ha agudizado todav¨ªa m¨¢s las ya graves desigualdades sociales del pa¨ªs y la desastrosa pol¨ªtica exterior.

La imagen positiva de la que Brasil durante d¨¦cadas goz¨® en el mundo no exclu¨ªa sus llagas a¨²n abiertas como el racismo, la violencia, y la pobreza. Lo que ocurr¨ªa es que Brasil siempre supo proyectar lo mejor del pa¨ªs, sus valores m¨¢s ancestrales y su parte l¨²dica. Y no solo el f¨²tbol y los carnavales sino tambi¨¦n su multicultura, su m¨²sica popular con la especialidad de la samba y de la bossa nova cuyos grandes artistas conquistaron al mundo. Y junto con ello el car¨¢cter acogedor del brasile?o con los extranjeros.

A¨²n hoy en S?o Paulo conviven en paz personas de m¨¢s de cien nacionalidades. Recuerdo c¨®mo en los viajes que tuve que hacer por el mundo en compa?¨ªa de corresponsales de varios pa¨ªses los mejor recibidos eran siempre los brasile?os. Me acuerdo de la expresi¨®n de simpat¨ªa con la que eran acogidos: ¡°?Oh, brasile?os!¡±.

No cabe duda de que buena parte de esa imagen de simpat¨ªa que gozaba Brasil se debi¨® a su magn¨ªfica pol¨ªtica de asuntos exteriores. Sus ministros fueron siempre figuras de gran prestigio y preparaci¨®n intelectual y mandaban por el mundo como embajadores a personas con gran empat¨ªa y capaces de vender los aspectos m¨¢s positivos del pa¨ªs.

De hecho la diplomacia brasile?a siempre fue considerada como de las mejores del mundo.

?Y ahora? Tenemos a un ministro de Exteriores que genera problemas con los otros pa¨ªses y que ha estado a punto de agriar gravemente las relaciones con las grandes potencias mundiales mientras hac¨ªa de Trump su ¨ªdolo personal. Y cuando el presidente americano perdi¨® las elecciones, Brasil fue el ¨²ltimo pa¨ªs del mundo en felicitar al ganador Biden, mientras Bolsonaro segu¨ªa defendiendo la idea de que Trump hab¨ªa ganado las elecciones.

Todo ello junto con la desastrosa pol¨ªtica de educaci¨®n y el desprecio por la cultura, humillando a artistas e intelectuales, ha ido creando en el exterior una pol¨ªtica de rechazo hacia Brasil que podr¨ªa tener costos muy graves, como desmotivar a los empresarios extranjeros a invertir en el pa¨ªs.

Nada en pol¨ªtica est¨¢ separado de su prosperidad econ¨®mica y de sus buenas relaciones con las otras naciones. El resultado es siempre una p¨¦rdida no solo de prestigio sino de credibilidad internacional que no podr¨¢ dejar de afectar a su pol¨ªtica econ¨®mica empobreciendo a¨²n m¨¢s al pa¨ªs.

Hoy en un mundo globalizado no caben ya ni las murallas chinas ni los muros entre M¨¦xico y Estados Unidos ni la resurrecci¨®n de las fronteras europeas.

El mundo est¨¢ cambiando con tal velocidad que intentar encerrarse en su cascar¨®n como intenta hacer el Gobierno fascista de Bolsonaro es quedarse fuera de la historia.

Est¨¢n cambiando en el mundo hasta los conceptos de tiempo y de espacio. Dentro de no mucho se podr¨¢ viajar de Brasil a Europa o a Estados Unidos en 20 minutos. Un empresario de S?o Paulo podr¨¢ desayunar en su casa, ir a dar una conferencia a Londres y volver a almorzar con la familia. Y no se trata de ciencia ficci¨®n sino de una realidad que ya se est¨¢ experimentando.

Por todo esto pretender que Brasil se mantenga cerrado envenenando sus relaciones con el resto del planeta en aras de una pol¨ªtica petrificada y empobrecida es querer volver a las cavernas.

Brasil merece algo m¨¢s que esa pol¨ªtica destructiva y negacionista para recuperar su prestigio.