¡®Mimic¡¯
No me extra?an los escraches violentos contra Vox en la campa?a catalana. Esos modos fascistas contra los supuestos ¡®feixistes¡¯ preceden al ¡®proc¨¦s¡¯
En los a?os de plomo del terrorismo etarra, con atentados diarios, sol¨ªa viajar por Espa?a dando charlas y agradec¨ªa escaparme unas horas del Pa¨ªs Vasco. Pero me asombraba encontrar en pac¨ªficos lugares lejanos del euskomanicomio gente que a?oraba la supuesta eficacia de la banda asesina: ¡°Si tuvi¨¦semos una ETA aqu¨ª, ya nos habr¨ªan puesto el sem¨¢foro ese en la nacional...¡±. La violencia antisocial como varita m¨¢gica para convertir las calabazas regionales en carrozas y los ratones paletos en briosos corceles. Cuando me repuse del esc¨¢ndalo ante los insensatos, comprend¨ª que desde cierto punto de vista ten¨ªan raz¨®n. Contar con una mafia al servicio del caciquismo mostrenco presenta la ventaja de poder prescindir de tr¨¢mites, antesalas y argumentaciones complicadas cuando se exige algo del Estado. Para llevarse el gato del privilegio al agua no hace falta buscar buenas razones ni ser apoyado por la mayor¨ªa, basta con ser m¨¢s brutos.
No me extra?an los escraches violentos contra Vox en la campa?a catalana. Esos modos fascistas contra los supuestos feixistes preceden al proc¨¦s. Yo sufr¨ª uno hace diez a?os o m¨¢s en la Universidad de Barcelona, en presencia del rector (que me rega?¨® por provocar a los agresores) y donde magullaron a uno de mis escoltas. Fue en la presentaci¨®n de las obras de Giordano Bruno editadas por mi amigo Nuccio Ordine, quien se asombr¨® de tanta malquerencia de los estudiantes catalanes contra el her¨¦tico autor de la premonitoria Spaccio de la Bestia Trionfante. Tambi¨¦n padecieron igual trato otros compa?eros de Basta Ya, todos considerados feixistes por arriesgar su vida contra ETA. Sigue rodando la misma bola. En un mitin de ERC, la runaway bride Marta Rovira present¨® a Otegi como ¡°alguien del que tenemos mucho que aprender¡±. Tranquila, mujer: ya lo hab¨¦is aprendido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.