Otro repliegue del papel en busca del nuevo negocio
EL PA?S ya no est¨¢ en los quioscos de Par¨ªs, Lisboa o Bruselas. Cae otro s¨ªmbolo de un modelo superado
Por primera vez en cuatro d¨¦cadas, desde el d¨ªa 16 ya no se vende EL PA?S en los quioscos de Par¨ªs, Bruselas o Lisboa. Cae otro s¨ªmbolo en esta etapa de transici¨®n de un sector que ha visto quebrado su modelo tradicional de negocio mientras busca una alternativa digital rentable que garantice su futuro. Las quejas de los lectores por este nuevo repliegue del papel han sido escasas. Nada sorprendente, pero no menos doloroso para quienes se denominan ¡°hu¨¦rfanos de papel¡± en un mundo en el que la digitalizaci¨®n lleg¨® para no dar un paso atr¨¢s.
Los de la edici¨®n impresa son fieles lectores en cuyas casas el peri¨®dico es parte del paisaje. Por tanto, merecen todas las explicaciones. Es el caso del portugu¨¦s Vitor Almeida, quien me escribi¨® el pasado 17: ¡°Tengo 60 a?os y compro EL PA?S desde hace 30. Con inmensa tristeza, he sabido que deja de venderse en Portugal. Distribuyan al menos la edici¨®n del domingo. Es una forma de promover la lengua y la cultura espa?olas y de responder a los anhelos de lectores ¨¢vidos del buen periodismo¡±.
Desde Londres, Juan Carlos Machuca envi¨® este mensaje: ¡°En estos 21 a?os como emigrante, leer vuestro peri¨®dico me hac¨ªa sentir cerca de Espa?a. He sido para mis amigos the Spanish man always with EL PA?S (el espa?ol siempre con EL PA?S). Nos conden¨¢is a una pantalla digital. Nos rob¨¢is el placer de la lectura pausada. Nos dej¨¢is hu¨¦rfanos de papel¡±.
Otros lectores dicen verse empujados a dejar el papel. Eso cree Anastasio Gozalo Cardiel cuando lamenta no recibir desde este mes impresas las revistas Retina y Buena Vida: ¡°Las inercias de los tiempos acabar¨¢n confinando a los lectores de prensa en el rinc¨®n digital, pero hasta entonces, por favor, un poco de consideraci¨®n para los lectores anal¨®gicos¡±. O Javier Asensio, tras saber que en la edici¨®n digital hay cr¨®nicas deportivas que no entran en la impresa: ¡°La deriva hacia un medio digital es un hecho consumado, con lo que ello implica respecto al trato desigual recibido por los lectores de la edici¨®n impresa. No sabe la tristeza que me supone escribir esto¡±. O Jorge Busturia: ¡°No maltraten a quienes pag¨¢bamos por leeros cuando inexplicablemente regalabais todo en la web¡±.
Son lectores desconcertados ante lo inevitable. Antes que en Europa, hubo repliegue en Am¨¦rica, donde EL PAIS es 100% digital desde hace 14 meses. Desaparecieron tambi¨¦n los cuadernillos regionales ¡ªsalvo en Madrid y Catalu?a¡ª y ahora las dos revistas citadas.
Los hechos que explican esa tendencia son contundentes. Al margen de Espa?a, las ventas en quiosco de EL PA?S en Europa han descendido un 90% en 10 a?os (11.000 unidades en 2011) y los costes de distribuci¨®n desde imprentas en el Reino Unido, B¨¦lgica e Italia eran inasumibles. Mientras, la venta global de ejemplares de todo el sector en Espa?a se ha reducido a la mitad que en seis a?os: 1.050.158 ejemplares de media en 2020 (-23% con respecto a 2019), seg¨²n la Asociaci¨®n de Medios de Informaci¨®n (AMI).
Pese a tal sangr¨ªa, los ingresos de los peri¨®dicos impresos espa?oles ¡ªventa y publicidad¡ª representan a¨²n casi el 50%: 321 millones el a?o pasado frente a los 334 procedentes de las ediciones digitales. Aunque la primera partida desciende a?o tras a?o (-26,4% en 2020), la segunda no despega al ritmo esperado. Por eso, la prensa mantiene hoy la doble producci¨®n: papel y digital. ?Hasta cu¨¢ndo?
En busca de ese nuevo modelo perdurable, EL PA?S implant¨® en mayo pasado un plan de suscripciones para la web. De los m¨¢s de 136.000 abonados, casi el 70% son suscriptores de contenidos digitales.
M¨®nica Ceberio, directora adjunta, argumenta que eliminar la venta en quiosco en el resto de Europa ha sido una decisi¨®n ¡°dolorosa, pero necesaria¡± por el excesivo coste que supon¨ªa para unas ventas tan escasas. ¡°Para poder mantener su independencia y su supervivencia un peri¨®dico tiene que ser sostenible¡±, explica Ceberio. ¡°Nuestro foco est¨¢ ahora puesto en el modelo de suscripci¨®n de la edici¨®n digital y en dirigir nuestros recursos a hacer un periodismo cada vez m¨¢s relevante¡±.
?Est¨¢ llegando el fin del papel? Si hubieran acertado algunos, ya habr¨ªa desaparecido hace una d¨¦cada. Por el contrario, otros con amplia y acertada experiencia le vaticinan a¨²n un buen trecho. Eso cree Mark Thompson, m¨¢ximo ejecutivo del New York Times entre 2012 y 2020, periodo en el que quintuplic¨® sus suscriptores digitales hasta rebasar los cinco millones: ¡°Creo¡±, dijo a CNBC hace medio a?o, ¡°que el Times subsistir¨¢ como diario impreso 10 a?os m¨¢s; quiz¨¢s incluso 15; me sorprender¨ªa si llega a 20¡±.
Hay repliegues necesarios para tomar impulso. Es lo que promete el peri¨®dico.
Puede enviar sus cuestiones a defensor@elpais.es
O preguntar en el blog El Defensor del Lector contesta
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