Publicar las noticias. Resistir las presiones
El ¡®Libro de estilo¡¯ de EL PA?S es una garant¨ªa para producir informaci¨®n veraz y relevante. La nueva edici¨®n, que pretende reafirmar los principios bajo los que se fund¨® el diario, entra este domingo en vigor
El Libro de estilo de EL PA?S es un contrato ¨¦tico con los lectores, as¨ª como con la sociedad a la que se dirige. En este caso, con las sociedades ¡ªen plural¡ª a las que se dirige, puesto que una parte importante y creciente de los usuarios del peri¨®dico reside en el continente americano. Conforma, junto con el Estatuto de la Redacci¨®n y el Defensor del Lector, un sistema de garant¨ªas que nos permite producir informaci¨®n veraz, relevante e independiente, en tanto en cuanto esta no se ve condicionada por presi¨®n externa alguna.
Cada nueva edici¨®n del Libro de estilo supone a la vez un esfuerzo, un modesto triunfo y un motivo de satisfacci¨®n deontol¨®gica. A esta, la vigesimotercera, han contribuido de forma intensa decenas de profesionales, numerosos periodistas de la Redacci¨®n de EL PA?S que han enviado sus sugerencias, defendido con tes¨®n sus propuestas y, en general, discutido hasta la extenuaci¨®n con el equipo encargado del cambio, liderado como siempre de forma extraordinaria por ?lex Grijelmo. El objetivo era simple: transcurridos seis a?os de la anterior edici¨®n, se nos hac¨ªa imprescindible actualizar numerosos preceptos para, de forma parad¨®jica quiz¨¢, reafirmar y adecuar a nuestro tiempo los compromisos fundacionales del peri¨®dico: modernizaci¨®n de la sociedad, defensa de un avance econ¨®mico con progreso social, as¨ª como de los derechos ciudadanos y el respeto a las minor¨ªas. El Libro de estilo constituye tambi¨¦n la mejor herramienta para paliar la falibilidad de los periodistas, que es la del ser humano en general.
Un peri¨®dico es, en esencia, aquello que publica ¡ªy tambi¨¦n aquello que no publica¡ª, y resulta notable que las presiones que inevitablemente se producen sean igual de frecuentes y perniciosas en un sentido que en el otro. Publicar todas las noticias, resistir todas las presiones, es pues, m¨¢s que un lema, una br¨²jula moral que, junto al rigor, la profesionalidad, la honestidad y la independencia de los periodistas ¡ªindependencia tambi¨¦n de sus propias opiniones y prejuicios¡ª permite construir un buen peri¨®dico, contribuir por extensi¨®n a la libertad de informaci¨®n y de pensamiento, as¨ª como controlar al poder y a los poderosos, tareas todas que cimientan las sociedades democr¨¢ticas avanzadas.
Pese a la mudanza de los tiempos, esos instrumentos del buen oficio no han cambiado en lo fundamental. Desde que en agosto de 1896 un editor en Nueva York prometiera a los lectores del peri¨®dico que acababa de comprar ¡°ofrecer las noticias de forma imparcial, sin miedo ni favoritismos, independientemente de cualquier partido, secta o intereses implicados¡±, este lema se ha convertido en el motor, declarado o no, de los mejores. Sobre estas bases se habr¨¢ de construir el futuro, las pr¨®ximas d¨¦cadas en las que EL PA?S pueda producir un periodismo vibrante, que esencialmente sirva a la sociedad, independientemente de cualquier grupo de presi¨®n.
Este es mi segundo desempe?o como director de EL PA?S. En 2006, al comienzo del primero, escrib¨ª, recordando las palabras anteriores, que todo director necesita renovar ese contrato con sus lectores. Publicar todas las noticias, resistir todas las presiones. Es este un compromiso inquebrantable con sus lectores que el peri¨®dico ha ido renovando a lo largo de su vida, desde 1976, en aquellas ocasiones en que las circunstancias lo han requerido. Lo hice con la Redacci¨®n tras mi nombramiento en junio de 2020. Y quisiera con este art¨ªculo, que celebra la nueva edici¨®n del Libro de estilo ¡ªen s¨ª un compromiso fundamental y p¨²blico¡ª hacerlo con todos los lectores de EL PA?S a ambos lados del Atl¨¢ntico.
El peri¨®dico es independiente: no nos vamos a dejar intimidar. Pueden estar seguros los lectores de que, pese a lo incierto de los tiempos que vivimos ¡ªlos desaf¨ªos a la democracia, los riesgos de inestabilidad econ¨®mica, social y pol¨ªtica, as¨ª como los ciertamente incansables intentos de control por parte del poder, gobiernos, partidos pol¨ªticos, empresas, individuos, sindicatos, corporaciones y colectivos de todo tipo¡ª, en la solidez de ese pacto no les fallaremos.
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