Cronolog¨ªa de un crimen contra la prensa en Nicaragua
La redacci¨®n de ¡®Confidencial¡¯ no est¨¢ en las cuatro paredes de una oficina confiscada, sino en el compromiso de los periodistas de informar la verdad a cualquier costo
En la medianoche del 13 de diciembre de 2018, la Polic¨ªa Nacional asalt¨® la redacci¨®n de Confidencial y Esta Semana, los medios de comunicaci¨®n independientes que dirijo desde hace 25 a?os. No hubo una resoluci¨®n judicial o administrativa para justificar la agresi¨®n, aunque conocemos que s¨ª existi¨® una orden pol¨ªtica no escrita del Jefe Supremo de la Polic¨ªa, el presidente Daniel Ortega.
En el asalto se robaron todas nuestras computadoras, c¨¢maras y editoras de televisi¨®n, as¨ª como la documentaci¨®n contable e institucional de tres empresas, bienes personales y toda nuestra informaci¨®n privada en formato f¨ªsico y digital. Un d¨ªa despu¨¦s, la Polic¨ªa regres¨® para ocupar nuestra redacci¨®n de forma permanente, y en la v¨ªspera de Navidad asalt¨® el canal 100% Noticias, donde capturaron a su director, Miguel Mora, y a la directora de prensa, Luc¨ªa Pineda. Mis colegas fueron encarcelados durante seis meses y sometidos a un juicio pol¨ªtico, acusados de ¡°terrorismo¡± e ¡°incitaci¨®n al odio¡±, por ejercer el periodismo.
Con la criminalizaci¨®n del ejercicio del periodismo, la dictadura familiar que encabezan Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, culmin¨® una escalada de ataques contra la prensa independiente que se inici¨® durante el estallido de las protestas c¨ªvicas de abril de 2018, cuando decenas de miles de personas salieron a las calles, armadas con sus tel¨¦fonos celulares y la bandera nacional, para demandar la renuncia de los gobernantes y elecciones anticipadas. La respuesta de la pareja presidencial fue desatar una represi¨®n letal que dej¨® m¨¢s de 325 muertos, todos en la impunidad, centenares de presos pol¨ªticos y m¨¢s de 100.000 exiliados. El periodismo independiente se convirti¨® para el r¨¦gimen en un ¡°enemigo¡± a aplastar, imponiendo la censura y agresiones f¨ªsicas contra medios y periodistas, hasta culminar con la aprobaci¨®n de leyes represivas para reforzar un estado policial que ya conculc¨® por las v¨ªas de hecho las libertades de reuni¨®n y movilizaci¨®n, y las libertades de prensa y de expresi¨®n.
El primero de enero de 2019, me vi obligado a salir al exilio con mi esposa, para proteger mi integridad f¨ªsica y poder seguir haciendo periodismo en libertad desde Costa Rica. Con nuestras oficinas ocupadas por la polic¨ªa, la redacci¨®n de Confidencial se disgreg¨® entre Managua, bajo persecuci¨®n, San Jos¨¦, Miami, M¨¦xico y San Salvador, pero nunca dejamos de hacer periodismo.
Once meses despu¨¦s, a finales de 2019, regres¨¦ a Nicaragua sin ninguna garant¨ªa a reclamar mis derechos, ejerciendo el periodismo. Durante todos estos a?os, la Corte Suprema de Justicia admiti¨® tres recursos de amparo en los que le solicitamos que ordenara el cese de la ocupaci¨®n. Sin embargo, a pesar de las pruebas que demostraban la ilegalidad, se venci¨® el plazo de ley y la Corte nunca fall¨®.
Finalmente, el 22 de diciembre de 2020, el r¨¦gimen anunci¨® por las v¨ªas de hecho, mediante la instalaci¨®n de un r¨®tulo, la confiscaci¨®n ilegal de la propiedad al asign¨¢rsela al Ministerio de Salud en abierta violaci¨®n a la ley y la Constituci¨®n Pol¨ªtica. Hace unas semanas, el martes 23 de febrero de 2021, el Ministerio de Salud instal¨® una ¡°Casa Materna¡± en la redacci¨®n de Confidencial y Esta Semana. Donde funcionaba el canal 100% Noticias inauguraron tres d¨ªas despu¨¦s un ¡°Centro de atenci¨®n a personas con adicci¨®n de alcoholismo y drogadicci¨®n¡±.
Con estas publicitadas ¡°obras de salud¡±, que se presentan ante los partidarios del r¨¦gimen como un acto de generosidad del ¡°comandante y la compa?era¡±, se pretende sellar el cierre de dos medios de comunicaci¨®n independientes, ejecutado manu militari, y la clausura de varias organizaciones no gubernamentales que promueven los derechos humanos y la cultura de valores democr¨¢ticos. En realidad, se trata de un burdo intento de ¡°lavar¡± un crimen de Estado contra las libertades de prensa, expresi¨®n y asociaci¨®n. El Gobierno ha violado el art¨ªculo 44 de la Constituci¨®n Pol¨ªtica que de forma taxativa establece que en Nicaragua ¡°est¨¢ prohibida la confiscaci¨®n de bienes¡±.
Como los narcotraficantes y el crimen organizado, Ortega y Murillo han intentado ¡°lavar¡± su crimen, encubriendo el cierre de un medio de comunicaci¨®n como si los servicios de salud que est¨¢ obligado a proveer el Estado, fuesen una d¨¢diva del sistema Estado-partido-familia. Pero los gobernantes dejaron su huella inconfundible en la escena del crimen. En la redacci¨®n de Confidencial, donde durante m¨¢s de dos d¨¦cadas los periodistas debat¨ªamos sobre c¨®mo contar historias para investigar el poder y la corrupci¨®n, haciendo periodismo en libertad, ahora impusieron las fotograf¨ªas tama?o gigante de Daniel Ortega y Rosario Murillo, s¨ªmbolo de censura y dictadura, con su omnipresente color rosa chicha.
Ortega y Murillo intentaron borrar de la memoria colectiva la existencia de un medio de comunicaci¨®n, pero lo que han hecho es erigir un monumento al crimen contra la libertad de prensa que ahora est¨¢ a la vista de todos. Recurrieron a la fuerza bruta para cerrar un medio de comunicaci¨®n independiente, pero no pudieron confiscar el periodismo ni callar a Confidencial.
Nunca, ni el d¨ªa del asalto policial en 2018 ni al consumarse ahora la confiscaci¨®n ilegal, hemos dejado de informar y fiscalizar al poder. Nuestra redacci¨®n no est¨¢ dentro de las cuatro paredes de una oficina confiscada, sino en las mentes y los corazones de los reporteros, en el compromiso de los periodistas de informar la verdad a cualquier costo, sin someternos a la censura.
Pero la resistencia de Confidencial no ser¨ªa posible sin el respaldo de las audiencias que sostienen la credibilidad de nuestro medio. En un pa¨ªs donde desde hace m¨¢s de una d¨¦cada el autoritarismo hizo colapsar el estado de derecho y las instituciones democr¨¢ticas, el periodismo es la ¨²ltima reserva de las libertades y su ¨²nica defensa radica en la confianza de los lectores. Gracias a los ciudadanos, y a los usuarios de las redes sociales, estamos derrotando la censura oficial.
A¨²n falta, sin embargo, enfrentar los demonios de la intimidaci¨®n y la autocensura que permean en todos los sectores de la sociedad, para vencer el miedo y ganar la batalla por la verdad. Solo as¨ª podremos despejar el camino hacia un verdadero cambio democr¨¢tico. Y m¨¢s temprano que tarde, vamos a contarles la gran historia del siglo XXI: el final de la ¨²ltima dictadura de la historia de Nicaragua, para iniciar la construcci¨®n de una nueva Rep¨²blica en democracia, con justicia y sin impunidad.
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