Mort¨ªferos empresarios bolivarianos

Dec¨ªa el escritor Miguel Otero Silva que las ¨²nicas fortunas que en Venezuela no despiertan envidia ni suspicacia maledicente son las de nuestros beisbolistas de Grandes Ligas porque estos ganan sus millones desplegando sus talentos ofensivos y defensivos en el deporte-espect¨¢culo, a cielo abierto, a la vista de todo el mundo.

A batazo limpio, atin¨¢ndole a una bola de nueve pulgadas de di¨¢metro y cinco onzas de peso que recorre sesenta pies a 99,7 millas por hora y haciendo atrapadas que desaf¨ªan a un tiempo lo newtoniano y lo cu¨¢ntico. Esto opinaba el mordaz autor de Casas muertas en tiempos de pecados much¨ªsimo m¨¢s veniales que los actuales.

Cuentas muy bien averiguadas, hechas por gente acuciosa y concienzuda, indican que durante los veintitr¨¦s a?os de hegemon¨ªa chavista-madurista el saqueo de las arcas p¨²blicas venezolanas puede estimarse ya en centenares de billones de d¨®lares.

Para ser justos, la corrupci¨®n de alta performance comenz¨® en los a?os setenta del siglo pasado. Antes de esa ¨¦poca todo era menudencia y robo de gallinas, aunque siempre haya habido militares y banqueros en el elenco. Ya es trivialidad se?alar que lo que nos male¨® fue la disparada de precios del petr¨®leo que sigui¨® al embargo de env¨ªos de crudo que los pa¨ªses ¨¢rabes de la OPEP impusieron a los pa¨ªses occidentales que en 1973 apoyaron a Israel en la llamada Guerra del Yom Kippur.

Lo cierto es que la llamada ¡°Venezuela saudita¡± imprimi¨® un sentido nuevo a palabras de antiguo respetables, como la palabra empresario. El empresario de la era bolivariana suele ser alguien que registra una empresa en un para¨ªso fiscal para ofrecer bienes o servicios de asesor¨ªa fantasmas a Petr¨®leos de Venezuela.

Esta descripci¨®n no es exhaustiva y deja afuera muchas subespecies del intrincado bosque nublado que es la econom¨ªa ¡°extractivo-clientelar-narcomilitar¡± de mi pa¨ªs, pero alcanza a explicar, por ejemplo, por qu¨¦ el nuestro es ahora gentilicio frecuentemente mencionado en las requisitorias de Unidad de Informaci¨®n y An¨¢lisis Financiero (OFAC) del Departamento del Tesoro los Estados Unidos.

Hace un a?o, el Departamento de Estado ofreci¨® p¨²blicamente una recompensa de 10 millones d¨®lares por cualquier informaci¨®n que facilite detener a Diosdado Cabello, segundo hombre del partido socialista en el poder, a quien Washington acusa de ser uno de los capos de un cartel narcomilitar.

Es el mismo Cabello favorecido la semana pasada por una sentencia del Tribunal Supremo venezolano que obliga al diario El Nacional a pagarle m¨¢s de 13 millones de d¨®lares para reparar el ¡°da?o moral¡± causado al reproducir en 2015 la noticia de que los gringos estaban sobre su huella por actividades asociadas al narcotr¨¢fico y al lavado de capitales, com¨²n denominador este ¨²ltimo de toda actividad non sancta en Venezuela. Se trata, a no dudarlo, de una expropiaci¨®n disfrazada de reparaci¨®n ordenada judicialmente. Seg¨²n un desolador reportaje del portal investigativo venezolano en el exilio, Armando.Info, 28 empresarios venezolanos esperan juicio ¨C mas no tras las rejas¡ª en Andorra como resultado de un esc¨¢ndalo que estall¨® hace seis a?os. Todo ellos eran o hab¨ªan sido funcionarios altos y medios de Petr¨®leos de Venezuela desde mucho antes de la era Maduro.

La oficina de control de activos extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense los se?ala como culpables de haber movido, entre 2006 y 2015 y a trav¨¦s de un banco andorrano, la bicoca de 2.000 millones de d¨®lares provenientes de Petr¨®leos de Venezuela.

Salvo uno de ellos, un extravagante bon vivant pariente cercano y protegido de Rafael Ram¨ªrez, insumergible expresidente de Petr¨®leos de Venezuela, todos los indiciados gozan de libertad.

Sus manejos les permitieron controlar las licitaciones p¨²blicas de Petr¨®leos de Venezuela de infraestructuras principalmente el¨¦ctricas.

A este criminal enriquecimiento se debi¨®, entre otras graves calamidades que ha debido arrostrar Venezuela bajo la tiran¨ªa de Nicol¨¢s Maduro, el Gran Apag¨®n de marzo de 2019, el m¨¢s memorable fallo de la red de energ¨ªa el¨¦ctrica nacional. Aunque no el ¨²nico ni el ¨²ltimo, ha sido sin duda el m¨¢s letal.

79 personas ¨C entre ellas una veintena de neonatos¡ªfallecieron en distintos hospitales del pa¨ªs al fallar el suministro de energ¨ªa que desde entonces qued¨® interrumpido durante meses. La corrupci¨®n, efectivamente, mata. Los empresarios responsables de esas muertes gozan de gran predicamento en la esfera financiera del planeta.

Caracter¨ªsticamente, Maduro acus¨® entonces a los Estados Unidos de hacer v¨ªctima a Venezuela de un ¡°ataque electromagn¨¦tico¡±.

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