Negativismo polarizador
En las elecciones de Madrid ha terminado por imponerse el encuadre del tablero entre blancas y negras, dejando fuera de juego la diversa gama de grises
Al final, tras reventar la campa?a en el debate de la SER, Monasterio e Iglesias (tanto monta monta tanto, pues los extremos se tocan), han logrado al alim¨®n lo que pretend¨ªan con su faena: polarizar el debate todav¨ªa m¨¢s con su negativismo maniqueo, reduci¨¦ndolo a un plebiscito antag¨®nico mutuamente excluyente entre antifascismo y anticomunismo que expulsa fuera del ¨¢gora a ecu¨¢nimes y moderados. As¨ª ha terminado por imponerse el encuadre del tablero entre blancas y negras al que me refer¨ª hace 15 d¨ªas (De tableros y escenarios, 20-04-21), dejando fuera de juego la diversa gama de grises.
Por entonces, el reparto de papeles estaba m¨¢s equilibrado, pues otorgaba mayor protagonismo al candidato de centro izquierda, el socialista ?ngel Gabilondo, en detrimento de los extremos radicales a izquierda y derecha. Pero despu¨¦s del revent¨®n, tras verse obligado Gabilondo a sumarse al bando antifascista, sus opciones empezaron a declinar, alz¨¢ndose Podemos y Vox con el liderazgo del combate schmittiano entre el amigo y el enemigo, lo que les permiti¨® acaparar los focos del protagonismo medi¨¢tico como comparsas de D¨ªaz Ayuso.
As¨ª se cumple la ley de Iyengar, que predice una reducci¨®n del voto moderado y un incremento del voto radical por efecto del negativismo polarizador. Al encresparse la batalla extremista, hasta los m¨¢s esc¨¦pticos de cada bando radical se lanzan a votar mientras los no alineados se desmovilizan optando por quedarse en casa o pasarse al rival, con lo que la distribuci¨®n del voto deja de formar una campana en ¡°U¡± invertida para acercarse a la ¡°V¡± del valle bipolar. Es lo que parece que ocurrir¨¢ este martes, a juzgar por el consenso de las encuestas.
De cumplirse los pron¨®sticos, los dos extremos radicales, Vox y Podemos, que se arriesgaban a quedar por debajo del umbral del 5%, incremen?tar¨¢n su chance por un alza de la participaci¨®n de sus bases. Las dos alas no tan extremas, PP y M¨¢s Madrid, crecer¨¢n m¨¢s al radicalizarse, pues sus p¨¦rdidas hacia ambos polos se compensar¨¢n con los pr¨¦stamos del centro. Y las posiciones m¨¢s centradas, Ciudadanos y PSOE, ver¨¢n hundirse sus expectativas por la fuga de sus bases hacia la abstenci¨®n y hacia la toma de partido para votar a derecha (PP) o izquierda (MM). Con lo cual, a juzgar por las encuestas, Iglesias lograr¨¢ por primera vez su ansiado sorpasso de los socialistas, pues la suma de votos y esca?os de la progenie de Podemos, MM + UP, desbordar¨¢ a Gabilondo.
Y no se sabe qu¨¦ efecto resulta m¨¢s dram¨¢tico y desolador, si la pr¨¢ctica desaparici¨®n de Cs, un partido antes respetable cuando fue fundado por intelectuales catalanes unionistas de corte socioliberal, o el hundimiento de las expectativas del PSOE tras el papel¨®n que le ha tocado jugar a Gabilondo, todo un catedr¨¢tico de metaf¨ªsica fungiendo de tribuno antifascista. Dejo para m¨¢s adelante debatir por qu¨¦ cae el PSOE, cuando ya se conozca la magnitud de su ca¨ªda, si es que al final se produce. Pues este martes solo queda desearle mucha suerte, como principal depositario de la tradici¨®n c¨ªvica espa?ola, que todav¨ªa existe.
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