Por qu¨¦ nos gusta m¨¢s Kate Winslet gorda y vieja que de musa del ¡®Titanic¡¯
La imagen de la actriz en una serie con patas de gallo y barriga ha supuesto una revoluci¨®n en la industria que otras actrices no hab¨ªan provocado
A poco que a uno le gusten las series de detectives, sabe que lo de Kate Winslet en Mare of Easttown no es ninguna novedad. Se lleva mucho poner a una detective gorda, alcoh¨®lica y destruida a resolver el caso de la ¨²ltima chica asesinada. Las v¨ªctimas no cambian: j¨®venes desnudas, despatarradas y muertas. Pero poner al frente del caso a una mujer, para masculinizarla hasta convertirla en un aut¨¦ntico detective (var¨®n), ha dado lugar a un g¨¦nero pospolicial que permite abrir tra...
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A poco que a uno le gusten las series de detectives, sabe que lo de Kate Winslet en Mare of Easttown no es ninguna novedad. Se lleva mucho poner a una detective gorda, alcoh¨®lica y destruida a resolver el caso de la ¨²ltima chica asesinada. Las v¨ªctimas no cambian: j¨®venes desnudas, despatarradas y muertas. Pero poner al frente del caso a una mujer, para masculinizarla hasta convertirla en un aut¨¦ntico detective (var¨®n), ha dado lugar a un g¨¦nero pospolicial que permite abrir tramas nuevas. Antes que ella ya hicieron este personaje (el cl¨¢sico duro tierno) cientos de t¨ªos a los que imitar, pero tambi¨¦n Amy Adams en Heridas abiertas, la rocosa Elisabeth Moss en de Top of the lake o la abuela Sarah Lancashire en Happy Valley. Sin embargo, es la imagen de Kate Winslet con patas de gallo y barriga la que ha supuesto una revoluci¨®n en la industria que otras actrices no hab¨ªan provocado. La raz¨®n no hay que buscarla en el personaje sino en la persona. No es la primera detective gorda que conocemos, pero s¨ª el primer mito de feminidad made in Hollywood que se rebela. Kate Winslet fue la ni?a bien del Titanic. Por eso solo ella pod¨ªa activar una bomba en las tripas de la industria norteamericana, la m¨¢s sexista y edadista del mundo. M¨ªrame bien Hollywood: estoy aqu¨ª para que todo el mundo vea c¨®mo tu musa se hace vieja. ?Boom!
Winslet ten¨ªa veintitr¨¦s a?os cuando se convirti¨® en Rose DeWitt Bukater a bordo de la que fuera entonces la producci¨®n m¨¢s cara de Hollywood. Ella puso una cara bonita (y nueva) al amor rom¨¢ntico tradicional a bordo de una de las m¨¢s populares tragedias del siglo XX. Su historia tendr¨ªa todos los ingredientes cl¨¢sicos (y patriarcales) del amor: capacidad para romper barreras sociales, hero¨ªna fr¨¢gil pero firme, tragedia, muerte y fin. Ella fue la joven que se tumb¨® desnuda y virgen con una esmeralda sobre el pecho para ofrecerse a un var¨®n sexualmente m¨¢s experto (siempre m¨¢s expertos), con la sensualidad sumisa que tantas majas desnudas encarnaron antes (y despu¨¦s) que ella. La f¨®rmula no fall¨®: la pel¨ªcula se convirti¨® en la m¨¢s taquillera de todos los tiempos y consigui¨® once Oscars. El amor rom¨¢ntico pod¨ªa modernizarse y la industria quer¨ªa celebrarlo. Es verdad que ya entonces Kate Winslet era m¨¢s gorda de lo permitido (una talla 38 ?a su edad!) y que su cuerpo le supuso tal acoso que se plante¨® dejar el cine. Se brome¨® incluso con el hecho de que si Rose hubiera perdido unos cuantos kilos, Leo se hubiera salvado. Aunque seguro que James Cameron le perdon¨® la vida por otros motivos, quiz¨¢s los mismos por los que salv¨® a Linda Hamilton en Terminator o a Sigourney Weaver en Alien.
As¨ª era Hollywood en 1998. ?Se pod¨ªa ser mujer y usar una 38 en la gran pantalla? Correcto. ?Se pod¨ªa ser mujer y sobrevivir cuando el prota var¨®n la palmaba? ?Claro que s¨ª! Ahora bien: ?Se pod¨ªa alguien imaginar a una mujer dispuesta a aparentar la edad que ten¨ªa en aquel momento? ?Por supuesto que no! Qu¨¦ verg¨¹enza. ?Y en 2021? De ninguna manera. Pero ?cu¨¢l es la edad m¨¢xima para un actor de ¨¦xito? Diez menos de los que tenga. ?Y para una actriz? Qu¨¦ pregunta m¨¢s tonta. Ellas no tienen edad: ellas son mitos, no tienen derecho a envejecer ni a vivir. Entonces ?Qu¨¦ demonios hace Kate Winslet pidiendo que le respeten las patas de gallo? ?Acaso no le parece suficiente con su barriga? ?Es que no sabe Kate Winslet qui¨¦n es y lo que representa? ?Le gustar¨ªa a alguien conocer a Marilyn Monroe de vieja? Kate deber¨ªa saber que una aut¨¦ntica diva preferir¨ªa la muerte. Por eso Kate es una gran decepci¨®n para la industria americana.
Seg¨²n la OMS, una de cada dos personas en el mundo discrimina a las personas por su edad. Me permito a?adir que si hablamos de mujeres entonces quiz¨¢s la cifra ascienda a dos de cada dos personas las que discriminamos a las mujeres por la edad. Y eso en el mejor de los casos. Porque en muchos ¨¢mbitos, lo habitual es privar a las mujeres de su derecho a envejecer. Mejor ser un monstruo que una vieja. O que pregunten a Demi Moore. La industria sexista y edadista norteamericana aprieta tanto que a Kate Winslet ya le reprocharon en Titanic que pareciera mayor que Di Caprio, a pesar de que ¨¦l era un a?o mayor. Entonces ten¨ªa veintid¨®s. Hoy Kate Winslet tiene cuarenta y cinco. Y de nuevo resulta sorprendente que se atreva a salir sin photoshop. ?Ni siquiera en los carteles de la promo! ?Pero qui¨¦n se ha cre¨ªdo que es? ?Michelle Pfeiffer? A los cuarenta y cinco debes tener el aspecto de tu hija menor, no es momento de tonter¨ªas.
Echen un vistazo a c¨®mo han envejecido los protagonistas de la m¨ªtica serie Friends, un grupo variado de hombres y mujeres donde, ?sorpresa!, ellas parecen las hijas de sus antiguos compa?eros. ?O ser¨¢n vampiras? Qu¨¦ suerte la de ellos que van a ser discriminados por el mero hecho de cumplir a?os: qui¨¦n fuera var¨®n para conocer el placer de esa discriminaci¨®n. Porque aunque los viejos apestan, lo cierto es que existen, un poco como Alan Arkin y Michael Douglas en el M¨¦todo Kominsky.
Lo que Hollywood no debi¨® pensar cuando subi¨® a Kate a aquel barco es que la ni?a rica del Titanic era en realidad una pobre, clase obrera brit¨¢nica para ser precisos. Eligieron de novia de Am¨¦rica a una maldita infiltrada. Una inmigrante gorda y desprejuiciada. Lo inexplicable ahora es que a todo el mundo le guste esta mujer de cuarenta y cinco a?os, destruida, cargada de pasado, hecha y deshecha. Lo inexplicable para Hollywood. Porque la belleza y la verdad siempre fueron la misma cosa.