¡®El m¨¦todo Kominsky¡¯: aprender a envejecer a trav¨¦s del humor

La televisi¨®n no olvida a la edad de oro. El m¨¦todo Kominsky, una producci¨®n de Chuck Lorre (creador de Dos hombres y medio y The Big Bang Theory) emitida en Netflix, es una serie sobre dos hombres mayores. Ni m¨¢s ni menos, y de sobra suficiente para convertirse en una obra maravillosa para aprender a re¨ªrse de todo. Entre el drama y la comedia, como la vida misma, el productor y guionista, de 66 a?os, aborda la cotidianidad de envejecer con un escenario de artistas de lujo.

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Michael Douglas, de 74 a?os, y Alan Arkin, de 85, se incorporan al elenco de actores de cine que se atreven con la peque?a pantalla y protagonizan, aunque le quiten 10 a?os a sus personajes, esta producci¨®n sobre c¨®mo aprender a envejecer. Douglas interpreta a Sandy Kominsky, un actor reconvertido en profesor de arte dram¨¢tico, y Arkin a Norman Newlander, su agente. Sin p¨²blico en directo, quiz¨¢s no te haga echar a re¨ªr (tampoco lo busca), pero la camarader¨ªa de esta dispar pareja funciona a la perfecci¨®n, casi como una clase magistral. Capaz de mantener al espectador, independientemente de su edad, pegado a la pantalla durante los ocho cap¨ªtulos de media hora que dura la primera temporada.

Los problemas de pr¨®stata, el miedo a la muerte, la incomprensi¨®n por el comportamiento absurdo de los j¨®venes o la aceptaci¨®n de los sue?os perdidos, a simple vista, no parecen cosa de broma, pero funciona. ?C¨®mo? Quiz¨¢s porque las penas y molestias, por alg¨²n motivo, son m¨¢s llevaderas cuando se comparten. Y, sobre todo, esta serie va sobre la amistad. El personaje de Arkin, ya asentado en la vejez, funciona como avanzadilla de un mundo desconocido al de Douglas, empe?ado en seguir siendo joven, a pesar de las evidentes se?ales de que esa ¨¦poca ya ha pasado. A lo largo de la serie, poco a poco, vivir¨¢ su propio proceso de resignaci¨®n. En el cuarto cap¨ªtulo, Newlander comenta: ¡°Cada vez que estornudo oigo un traqueteo, como si algo extra?o se soltara¡±. ¡°S¨ª, somos pasajeros de barcos que lentamente se van a pique¡±, responde Kominsky.

As¨ª, con una combinaci¨®n de di¨¢logos reflexivos entre escenas creadas para descolocar al espectador, y en ocasiones a los propios protagonistas, esta dramedia est¨¢ dirigida a todos los p¨²blicos. Los que afrontan la misma edad que los protagonistas se sentir¨¢n identificados, y puede que hasta reconfortados. Y a los que todav¨ªa les queda mucho o poco para encontrarse en esas situaciones, solo les queda aprender de la mejor de las maneras. La empat¨ªa, en cualquier caso, se logra desde el primer minuto con ambos protagonistas. Te sientas identificado t¨² mismo o no, siempre te vendr¨¢ alguien a la cabeza al contemplar las aventuras, o m¨¢s bien desventuras, de esta pareja.

Con esta serie, Netflix cumple, al menos en parte, con una deuda que la industria debe desde hace tiempo a los actores que pasan de los sesenta y largos, a pesar de que cuando se estren¨® pas¨® casi desapercibida entre el torrente de producci¨®n de la plataforma online. Seg¨²n un estudio de la Universidad del Sur de California publicado en 2017, solo un 8,2% de los personajes recurrentes de las ficciones televisivas estadounidenses m¨¢s seguidas superaba los 60 a?os. Sin embargo, un 19,9% de la poblaci¨®n del pa¨ªs est¨¢ por encima de esa edad. En Espa?a, seg¨²n datos de Nielsen, la franja de personas mayores de 65 a?os pasa m¨¢s de 50 horas a la semana viendo la televisi¨®n; la que m¨¢s tiempo dedica.