Un mundo paralelo con una apuesta arriesgada
Todo parece indicar que en 2022 el mapa pol¨ªtico en Colombia ser¨¢ muy diferente al que hemos visto en las ¨²ltimas d¨¦cadas
El establecimiento colombiano durante a?os se ha agrupado en partidos tipo ¡°atrapa-todo¡±, donde se encuentra una amalgama incre¨ªble de posiciones ideol¨®gicas y visiones de sociedad. Al final, todos terminaban siendo de la coalici¨®n de Gobierno. De hecho, durante a?os los analistas pol¨ªticos dec¨ªan que el partido m¨¢s grande en Colombia era el partido de Gobierno. Sin embargo, en los ¨²ltimos ocho a?os la situaci¨®n comenz¨® a cambiar. Se presentaron dos fen¨®menos. Por un lado, al igual que en el resto del mundo, una alineaci¨®n ideol¨®gica producto de la crisis de las democracias liberales representativas. En segundo lugar, la situaci¨®n sociopol¨ªtica de Colombia fue causando una realineaci¨®n pol¨ªtica en todo el pa¨ªs.
En 2018, las fuerzas alternativas lograron cerca de 20 cupos en el Senado de la Rep¨²blica, la fuerza m¨¢s grande en la historia del pa¨ªs para la izquierda, y las fuerzas tradicionales lograron el resto. En 2019, en las elecciones locales, las fuerzas alternativas avanzaron m¨¢s. Y todo parece indicar que en 2022 el mapa pol¨ªtico ser¨¢ muy diferente al que hemos visto en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Pero para las fuerzas tradicionales, la situaci¨®n no va a cambiar y creen que, al final, todo seguir¨¢ siendo igual. Adem¨¢s, con la crisis econ¨®mica actual aspiran a lograr mantener su caudal electoral a cambio de favores clientelares, como entrega de contratos a cambio de votos.
El Partido Conservador, el Partido de la U, el Partido Cambio Radical creen que al final no les pasar¨¢ nada, pero sienten miedo, por ello han reforzado sus posiciones burocr¨¢ticas y sus apuestas son altas. El presidente Iv¨¢n Duque hace dos semanas, ante la inminente moci¨®n de censura a su ministro de Defensa debido a los delicados hechos de violencia policial, entreg¨® varios ministerios a los partidos pol¨ªticos y, literalmente, feri¨® el pa¨ªs. El resultado fue contundente, el ministro se qued¨® por muchos votos.
Ahora, se tramita en el Congreso de la Rep¨²blica una reforma a la justicia y otra al c¨®digo disciplinario, dos verdaderas aberraciones institucionales. Incluso, la primera de ellas incluye art¨ªculos que tienen nombre propio. Para muchos analistas las apuestas de estos partidos son muy arriesgadas ya que los podr¨ªan barrer en las elecciones nacionales del pr¨®ximo a?o.
En la actualidad, los c¨¢lculos son desastrosos para ellos. El Centro Democr¨¢tico, que es el actual partido de Gobierno, tiene 19 senadores y las proyecciones hablan de que, en el mejor de los casos, quedar¨¢ con 12 senadores. El Partido de la U podr¨ªa inclusive desaparecer o quedar con apenas cuatro senadores. El partido Cambio Radical, quedar¨ªa en 8 o 9 curules, perdiendo casi la mitad. Los conservadores perder¨ªan una o dos. Estos ¨²ltimos son los que m¨¢s se han beneficiado de la entrega de burocracia por parte de la Administraci¨®n Duque, por ello se prev¨¦ que su descalabro no ser¨¢ mayor.
Hay quienes piensan que la forma grotesca en la que han aceptado estas prebendas se debe a que perciben que deben salvar su pellejo y est¨¢n totalmente entregados a la agenda del Ejecutivo con tal de lograr ayudas para mantener su caudal electoral. Otros creen que la ola de protestas que vive en pa¨ªs no tendr¨¢ ning¨²n efecto en las elecciones. Pero tanto las encuestas como otro grupo de analistas creen que el golpe para estas fuerzas tradicionales ser¨¢ demoledor. De hecho, algunos analistas bromean diciendo que les pasar¨¢ lo del PRI en 2018 en M¨¦xico, donde la bancada cabe en una selfie.
En lo que coinciden unos y otros es que el congreso, hoy por hoy, es una de las instituciones m¨¢s desprestigiadas del pa¨ªs, muchos colombianos culpan a estas fuerzas de toda la situaci¨®n de caos y econ¨®mica en la que esta Colombia. Todos estos sectores tradicionales han hecho esfuerzos para culpar de todo a un supuesto complot de la izquierda internacional, a la izquierda colombiana, entre otras. Pero la izquierda nunca ha gobernado el pa¨ªs, por ello esta teor¨ªa parece sencillamente rid¨ªcula. En nueve meses sabremos si todo sigue igual o si hay cambios.
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