Inter¨¦s ciudadano

La reuni¨®n celebrada el martes en La Moncloa entre el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y el jefe del Ejecutivo catal¨¢n, Pere Aragon¨¨s, constituye un paso en la senda del regreso a la normalidad institucional que nunca deber¨ªa haberse perdido. En el encuentro se acord¨® reactivar la mesa de di¨¢logo entre ambas administraciones en la tercera semana de septiembre. Como era previsible, Aragon¨¨s reafirm¨® de entrada las demandas de los independentistas, encabezadas por un refer¨¦ndum de independencia y una amnist¨ªa. Ambas reivindicaciones son inasumibles por parte del Gobierno; escapan de su ¨¢mbito de competencias al estar fuera del per¨ªmetro constitucional. Adem¨¢s de la irreconciliable distancia entre ciertos planteamientos independentistas y el marco constitucional, es previsible que el incipiente di¨¢logo resulte afectado por gestos y ret¨®ricas problem¨¢ticos y por las maniobras de aquellos que se oponen a ¨¦l. Sin embargo, ello no significa que no exista un camino que pueda superar la situaci¨®n de bloqueo pol¨ªtico e institucional que suma ya 10 a?os de choques est¨¦riles y aportar beneficios al conjunto de la ciudadan¨ªa catalana.

Ambas partes negociar¨¢n en las pr¨®ximas semanas la metodolog¨ªa de trabajo de la mesa de di¨¢logo. La insistencia en objetivos de m¨¢ximos naturalmente conducir¨ªa a un r¨¢pido agotamiento de las posibilidades. Pero al margen de la ret¨®rica y de los detalles espec¨ªficos de esa mesa, es posible figurar una senda pol¨ªtica que pasa por la consolidaci¨®n de una normalizaci¨®n institucional ¡ªque debe incluir los elementos b¨¢sicos de respeto formal a la vez que un esp¨ªritu pragm¨¢tico en lo sustancial¡ª y la concentraci¨®n de los primeros esfuerzos en una eficiente coordinaci¨®n entre administraciones que facilite el buen uso de los fondos europeos y la mejora en la ejecuci¨®n de la inversi¨®n del Gobierno en Catalu?a. Resulta incomprensible que cada a?o quede pendiente de ejecutar de promedio un 33% de lo presupuestado para esta comunidad, seg¨²n datos de la Intervenci¨®n General del Estado recopilados por la Generalitat. Es en este terreno, que se tratar¨¢ en la Comisi¨®n Bilateral Estado-Generalitat, donde es posible avanzar.

Las discrepancias de fondo son tan profundas que no pueden esperarse logros sustanciales a corto plazo. S¨ª cabe esperar, en cambio, que se produzcan fuertes tensiones por episodios de la v¨ªa judicial, administrativa o pol¨ªtica. Las actuaciones del Tribunal de Cuentas contra dirigentes independentistas por el mal uso de fondos p¨²blicos es una de ellas. El Tribunal de Cuentas es un ¨®rgano encuadrado en la estructura constitucional. Sus decisiones est¨¢n sometidas a procedimientos y controles previstos por el marco democr¨¢tico. La especial gravedad y sensibilidad de los hechos en cuesti¨®n pondr¨¢n a prueba esta instituci¨®n ¡ªigual que otras en la arquitectura p¨²blica espa?ola¡ª. Al final del recorrido podr¨¢n extraerse conclusiones; mientras, es evidente que el en¨¦simo bloqueo planteado por el Partido Popular a la renovaci¨®n de un ¨®rgano no favorece su vigor institucional.

A pesar de todo, el inter¨¦s ciudadano en normalizar la cooperaci¨®n institucional y mejorar la gesti¨®n es tan evidente que no deber¨ªa ser imposible cierta convergencia de actores pol¨ªticos alrededor de ese objetivo. Puede ser esa una v¨ªa para empezar a recuperar para la senda constitucional a aquella parte de los catalanes que se arrimaron al independentismo m¨¢s por falta de respuestas del Estado que por veleidades identitarias. No es un camino f¨¢cil, pero es el ¨²nico posible en beneficio de la convivencia.